Entonces
Cuando yo no
te amaba todavía
-oh verdad
del amor, quien lo creyera-
para mi sed
no había
ninguna
preferencia verdadera.
Ya no
recuerdo el tiempo de la espera
con esa
niebla en la memoria mía:
¿El mundo
cómo era
cuando yo no
te amaba todavía?
Total
belleza que el amor inventa
ahora que es
tan pura
su navidad,
para que yo la sienta.
Y sé que no
era cierta la dulzura,
que nunca
amanecía
cuando yo no
te amaba todavía.
María Elena Walsh
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