Boludos
La palabra boludo se ha extendido en uso por todo el territorio argentino de una manera "descontrolada" en los últimos años. En la jerga cotidiana y en el trato común entre amigos, compañeros de trabajo, colegas, etc., no hay frase coloquial que no contenga dos o tres "boludos", siendo éste el epíteto más usado en cualquier conversación informal. Así las cosas, "boludo", pasó a reemplazar el nombre de pila del interlocutor, antecediendo la oración y aplicándose igualmente al final de la misma, por ejemplo: "¿Boludo, querés tomar un café? así charlamos, boludo". Boludo de aquí y de allá, esta manera de hablar cada vez más primitiva, también está suplantando a nuestro mítico "che", y no sólo se usa entre hombres, sino entre mujeres. Es tan común hablar de "boludo" como de "boluda". Claro, es imposible que una mujer tenga bolas, sin embargo, el idioma tiene esas sorprendentes traslaciones. Se usa entre los más jóvenes, pero también entre personas adultas y mayores. Y lo más cómico es que en esos casos, el adjetivo "boludo", se aleja del significado inicial de insulto ofensivo. Ciertamente la palabra boludo tiene ahora varios usos: el más frecuente es el coloquial, puede ser hasta cariñoso, ("¡Cómo te quiero, boludo!") pero también sigue siendo usado para decirle a una persona que es un boludo, es decir, un idiota. Es la ofensa más liviana antes de pasar al "pelotudo", mucho más hiriente y agresiva.
De todos modos, sea como sea, no hay que olvidar que un "boludo" es aquella persona que tiene las bolas grandes. Aparentemente, tenerlas grandes, es distinto a "tenerlas bien puestas", cosa que es indispensable para que todo macho se precie de tal, y eso elimina la posibilidad del tamaño enorme que, por lo visto, es de bolas "mal puestas". Pero, en fin, eso es otra historia, porque para el macho argentino lo más importante no es tener grandes los testículos sino grande el pene, y cuanto más grande, mejor.
Encuentro siempre fascinante el significado de las palabras, y más fascinante aún el sentido (y el poder casi mágico) que le vamos dando a través de los años. Hace apenas unas décadas, ni se nos hubiera ocurrido siquiera usar tan ligeramente la palabra boludo. Hoy es algo tan común que se puede escuchar en los ámbitos más disímiles. El lenguaje es algo vivo y va cambiando. Tal vez dentro de unos años, cuando digamos "boludo" (si es que siguiera viva esa palabra), estemos pensando otra vez en las pelotas de los hombres.
Para ilustrar este post, traigo hoy una galería de hombres boludos. Divinos, viriles y magníficos hombres boludos.
Un poco de historia, de la epoca de la independencia...
ResponderEliminar"¿Cuál era la técnica para oponerse a semejante maquinaria bélica como la que traían los realistas?
Nuestros gauchos formaban en tres filas: La primera era la de los PELOTUDOS, que portaban las pelotas de piedra grande amarradas con un tiento. La segunda era la de los LANCEROS, facón y tacuara, y la tercera la integraban los BOLUDOS con sus boleadoras o bolas.
Cuando los españoles cargaban con su caballería, los pelotudos, haciendo gala de una admirable valentía, los esperaban a pie firme y les pegaban a los caballos en el pecho, que de esta manera rodaban y desmontaban al jinete y provocaban la caída de los que venían atrás.
Los lanceros aprovechaban esta circunstancia y pinchaban a los caídos.
Entonces, los boludos (que no eran tan boludos porque venían atrás) los rematan en el piso.
Allá por la década del ’90 (1890) un Diputado de la Nación aludiendo a lo que hoy llamaríamos “perejiles”, dijo que no había que ser pelotudo en referencia a que no había que ir al frente y hacerse matar.
Fue algo así como decir “no hay que ser estúpido”. Esta fue la segunda acepción que se le dio al término: 1º aguerrido 2º estúpido o similar. Con el tiempo se sumó a esta última clasificación la palabra boludo y el imaginario popular lo fue incorporando como al que los genitales grandes le impedían moverse con facilidad..."
Hola amigos,
ResponderEliminarBueno, demás está decir que el boludín de las fotos 7 y 8 tiene justo lo que a mí me gusta...
Segundo, y confirmando el hecho de que la lengua es un fenómeno vivo y cambiante, acá en Chile ha pasado exactamente lo mismo con nuestro tan entrañable y arraigado "huevón". Hace años también considerado un insulto referente a la torpeza de quien tiene los huevos grandes, hoy ha pasado a ser la palabra más utilizada en esta región. Además se ha extendido profusamente por toda Latinoamérica, con exactamente las mismas características que el "boludo" (desde amigo hasta un insulto de calibre medio). Tan frecuente es su uso que ya no es posible pronunciar este vocablo con todos sus sonidos originales, reduciéndose a un simple "weón". De hecho ha penetrado en el habla cotidiana con tal fuerza que incluso las mujeres entre ellas se tratan de "weona". La palabra en whatsapp se abrevia simplemente a "wn" y todo el mundo entiende de qué se trata. Y de esta palabra primigenia también han surgido otras voces relacionadas, como "huevear" (wevear) que significa actuar de manera irreflexiva, bromear, fastidiar, etc. tal y como sucede con "boludear". Es bueno saber que nuestra hermandad trasandina está también arraigada en conceptos tan íntimos como nuestros huevos/bolas.
Abrazos a todos
Faltaría el aporte de nuestros amigos mexícanos para terminar de ilustrarnos en lo que se suele llamar también testículos o "joyas", nombre bien merecido pues son el receptaculo para que la Humanidad siga existiendo.
ResponderEliminarFabrice
El Café está tan lindo hoy, que Ortolani se quedó escuchando con la bandeja en la mano y se olvidó de traer las medialunas. (Creo que también estaba un poco cachondón a juzgar por como se le marcaba el bulto, creo que el tema lo motivó)
ResponderEliminarY sí... así da gusto.
Seba: interesantísima la historia de los pelotudos y los boludos. ¿Por qué eso no me lo enseñaron en la escuela? En fin, tuve profesores muy boludos que se la pasaban boludeando todo el tiempo enseñando boludeces, nunca las cosas importantes.
Lo dicho: fascinante el cambio del lenguaje a través de los años. Es una constante, pienso, que los vocablos y distintos téminos que usamos a diario, así como giros y expresiones del lunfardo, siempre tienen su historia, pero nunca la tenemos en cuenta. Muchas de esas historias son legendarias (ciertas o no), somo sea, siempre son muy interesantes.
Deep, mi querido weón (nunca mejor empleado el término, jajajaja, y sabes por qué te lo digo...(!) y también sabes que es con todo mi cariño), acá también usamos mucho el huevón. No tanto como el boludo, claro. Y lo usamos exactamente igual que allá. Huevón, huevona, huevear, huevadas... todas palabras ya muy arraigadas en nuestra manera de hablar.
Se han lucido, muchachos, mantienen la sana costumbre de intercambio de conocimientos casi enciclopédica de VH.
Fabrice: Sí, estamos esperando los aportes mexicanos. UFFF... deben tener mucho para contarnos. Ortolani ya está preparando los tequilas (él sabe que cuantas más vueltas de tequila, más desinhibidos se ponen, como para que nos den una clase con demostración explícita y todo). Pero últimamente están un poco perdidos. Creo que voy a tener que postear algunos culitos para Don Pepe y algunos piecitos velludos para Manu..., así vuelven.
Ortolani...! las medialunas!
Hola.
ResponderEliminarMmmmm. Que gran cantidad de testículos que provocan acariciarlos, olerlos y chuparlos.
Me encantan los de la foto # 12 sobresaliendo por encima del pantaloncillo a cuadros, todos cubiertos de exquisito vello, casi que ocultandose bajo este. Mmmmm. Simplemente deliciosos.
Además quisiera contarte que aquí en Costa Rica el uso del "huevón" es tradicional y alude no solo al trato de mas confianza entre conocidos ( alcánceme las llaves, huevón), sino también a la persona que pudiendo colaborar, no ayuda a hacer algo en particular (¿qué le costaba a ese huevón?) . Por otro lado, aunque menos, se usa "toludo". De tolas = bolas = testículos. E igualmente alude al que no hace un favor, al perezoso (toludo, le pesan las tolas).
Bueno Franco, como tu, puedo apreciar que el café de un momento a otro se volvió hacia el tema investigativo. Aquí todos tenemos la oportunidad de aprender. Eso me parece valioso. Particularmente agradezco a Seba y a Deepsouth por sus enseñanzas.
Y te agradezco a ti Franco porque permites que en este blog, los hombres que nos gustan los hombres, disfrutemos de muchos otros hombres boludos, pelotudos, huevones, toludos... Ahhh. Y por supuesto velludos, muy velludos.
Saludos.
Hola Dong,
ResponderEliminarParece ser que todo lo que termina en UDO nos resulta inevitablemente interesante!
Gracias por el intercambio costarricense!!! muy educativo, pues no sabía nada acerca de los toludos. Y me encantó ese "alcánceme las llaves, huevón". Allí también existe hablar de usted en el trato amistoso??? ah! eso me desarma! Recuerdo que en Colombia, por ejemplo, los amigos se tratan de usted. A diferencia de nosotros, el usted infunde mayor cercanía entre las personas. Y traigo aquí otro recuerdo muy tierno cuando, precisamente, conocí a un colombiano en un sauna de Bs. As. (hace mucho, mucho tiempo) quien, mientras me dedicaba todo tipo de dulzuras en un apartado, me hablaba todo el tiempo de usted.
Bueno, sí, las bolas nos han puesto investigativos. No es la primera vez que pasa algo así en el café, por cierto. Hubo temas que fueron comentados largamente y que generaron este tipo de investigaciones por semanas enteras.
A todos buenas noches y que descansen...
Siií, vamos Ortolani!!! a seguir trabajando y a no rascarse los huevos!!!! que hoy tengo ganas de un café con "bolas de fraile" ....sí, esos tambien llamados "suspiros de monja".....
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