Pelos, pelos y más pelos

Especialidad del Blog: galería exclusiva de imágenes donde el vello tiene el rol protagónico. Para mirar una y otra vez. Y otra... y otra...


























































Comentarios

  1. Un festín. La sola vista de estos pelos provoca el conocido flujo de sangre que va a llenar a nuestro amiguito y erguirlo. Esos pelos negros y largos, los rojos de fuego, los rubios dorados, ornan y realzan la virilidad del hombre. En el spot anterior, el de los contrastes, que pobres se veían los lampiños, los rasurados, los depilados, comparados con los que tenían su vellosidad.
    Un hombre sin vello es una como una comida sin sal. No apetece , pero si hay hambre se come.
    Un velludo es comida, es snack, tentenpie, bueno a toda hora y en todo momento.
    Fabrice

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  2. Fabrice,
    tus referencias gastronómicas son perfectas. Y si hay algo que definitivamente hace vibrar mis feromonas es el hombre ornamentado con sus pelos naturales.
    Pero también debo decir que he conocido a lampiños (no digo rasurados, que nunca tendrán mi perdón) que han sabido compensar ese condimento no sólo con sal sino con especias varias incluídas las más picantes.

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