Por ese palpitar...
Vergas. Y el tema de hoy son las vergas con venas marcadas. ¿Con o sin? ¿Sí o no? ¿Preferimos la textura suave y lisa a las tramas zigzagueantes que abultan pieles y prepucios? No sólo es una cuestión de contacto y lo que nos provoca sentir sobre nuestra piel (externa o interna) esas protuberancias sublimes. La apariencia inigualable que una intrincada red de venas otorga al miembro masculino es algo muy excitante. Definitivamente hay algo fascinante ahí.
Si aún no has logrado tener una opinión al respecto, esta galería de vergas venosas tal vez te aclare el panorama. Yo ya sé cuales prefiero. Hummmm....
Monogamo serial, como calificaron a Elizabeth Taylor y sus 7 maridos y ocho bodas (repitió con Richard Burton), pero con mucho menos que ella, no me había fijado en las venosidades. Tanto que tuve que mirar mi obelisco para ver si las había. Como en todo, nada en exceso.
ResponderEliminarFabrice
Fabrice,
ResponderEliminarMe encanta que VH te haya provocado esta auto-curiosidad sobre tu propio "obelisco". Uno nunca deja de conocerse. De todos modos, para obtener mejores certezas, hay que cotejar los dos estados: obelisco dormido, obelisco despierto.
Si lo sigo inspeccionando tendré que cambiar la expresión :"lo conozco como la palma de mi mano" por:"lo conozco como mi obelisco, pisellino... y demás sinonimos.
ResponderEliminarFabrice
Bueno, tal vez sea al revés, y en vez de conocer o no a nuestro obelisco, es el obelisco quien nos conoce a la perfección.
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