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Adanes
En su cómoda posición estos hombres tienen un momento de relax compartiendo con nosotros su tranquila desnudez. Casi todas son fotografías apaisadas para captar la pose en toda su extensión sin que perdamos detalle. Estoy seguro que en algunos casos te darán ganas de acomodarte junto a ellos, dejar que su calor te acaricie y sentir de cerca su embriagadora virilidad. Michelangelo también eligió esta posición de gran calma y sensual belleza para plasmar el momento exacto del nacimiento de Adán. Sí, una genial elección.
Sentado, con un cigarrillo en su mano izquierda, calcetines largos, blancos y marrones (o verdes, lo siento soy muy malo con los colores ��) y botas marrones. Composición extraña... pero por eso me ha gustado.
ResponderEliminarY una expresión ensimismada casi impenetrable. Dan ganas de saber qué es lo que está pensando...
ResponderEliminarHay algo casi magico o regal en admirar la foto de un hombre maduro bien velloso. No importa la talla de su hombria si la tiene erecta o en reposo. La posa es importante y la seguridad que comunica. Por tonyitalian
ResponderEliminarGran colección de hombres maduros que conservan ese atractivo en sus facciones, (ya sea con expresion seria, o pensativa, seguros de ellos mismos) y en toda su anatomía, magnífica en la mayoría de ellos. Para acabar, la sonrisa del protagonista de la última foto es irresistible. Un saludo a todos.
ResponderEliminarel camino recorrido.. puede ser largo o no.... pero siempre encontrarás al costado algo que te asombre, y te haga pensar que recien lo comienzas.... recuerda a Machado: se hace camino al andar...
ResponderEliminarTony,
ResponderEliminarPienso que es el gran aporte que hacen los años a la expresividad del rostro. Una expresividad que tiene la posibilidad de ser más fina cada vez.
Henri,
Gracias por tu comentario. A propósito de la última foto, es una de mis preferidas, no es casual que la haya dejado para cerrar el post. Me alegra que coincidamos en los gustos.
Seba,
Totalmente de acuerdo con vos. Hace 14 años yo no pensé que habría de enamorarme otra vez. Estaba en un error, pues aquí sigo en ese estado. El vivir algo que te vuelva a asombrar no tiene nada que ver con los años o con la trayectoria, como si el hecho de haber vivido en ella tantas cosas bellas tenga que ver con cerrar capítulos definitivamente. No, parece que esos "asombros", nos durarán hasta que, por lo menos, tengamos la capacidad de recrearlos una y otra vez.