De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Hola de nuevo Franco. No sabes cómo me alegra que ese dúo que formais él y tú dure ya catorce años. Os deseo con toda mi sinceridad que dure para siempre. Por tus respuestas, manera de expresarte, y esa convicción que transmites, no tengo duda de que así será. Me llevas al borde de la emoción cuando te leo y veo las fotos, como la de hoy, magnífica, que presumo cercana a tí.Y gracias por tus halagos hacia mí. No sé ser de otra manera. Un gran abrazo. Henri.
ResponderEliminarGracias otra vez, Henri.
ResponderEliminarMe encanta tenerte por aquí y compartir nuestros comentarios, pareceres y gustos íntimos, y hacerlo en un marco de cordialidad y respeto mutuo.
Siempre serás bienvenido. Abrazo!
Pocas veces ocurre que, como ahora, la inmensa distancia que nos separa, con el gran Atlántico entre ambos, acerque a las personas y logren una afinidad que irá haciéndose mas y mas fuerte con el tiempo. O lo que es lo mismo: todo a lo que te refieres en tu respuesta. No puedo estar mas de acuerdo con ella, contigo. Ya te lo dije: me emocionan tus mensajes; será mi sensibilidad a la que te referías anteriormente (que la tengo), pero se me escapa alguna que otra lágrima. Leerte es un placer y una manera de conocerte.
EliminarY por supuesto, bienvenida recíproca. Hasta la próxima conversación escrita, un fuerte abrazo. Henri.