Buenas fotos... me han hecho investigar en la santa web..
Sir H. Johnston señala que el olor distintivo está en las axilas, y más aún en hombres que en mujeres. Pruner Bey dice que en hombres es “rancio y amoniacal; es el olor del macho cabrío."
y en "La transmigración de Yo-Chou", drama chino publicado por Le Mercure de France (8, 1901), encontramos
Alcanzo la velluda cima del monte Chou pero aún estoy lejos de tu aromada axila. ¡Deberé llegar al cielo antes de que la brisa me traiga el perfume de ese nido embalsamado!
"¡Deberé llegar al cielo antes de que la brisa me traiga el perfume de ese nido embalsamado!" (Sí, claro... el tipo sabe que si huele el perfume antes de llegar al cielo... va a ir derechito al infierno.)
Gracias, Seba por tus ilustradísimos comentarios... y aunque "rancio y amoniacal", no hay nada como sumergirse, en el fragor de la lucha, en ese aroma del hombre amado...
Buenas fotos... me han hecho investigar en la santa web..
ResponderEliminarSir H. Johnston señala que el olor distintivo está en las axilas, y más aún en hombres que en mujeres. Pruner Bey dice que en hombres es “rancio y amoniacal; es el olor del macho cabrío."
y en "La transmigración de Yo-Chou", drama chino publicado por Le Mercure de France (8, 1901), encontramos
Alcanzo la velluda cima del monte Chou
pero aún estoy lejos de tu aromada axila.
¡Deberé llegar al cielo
antes de que la brisa me traiga
el perfume de ese nido embalsamado!
Como siempre, gracias, Franco!!!
"¡Deberé llegar al cielo
ResponderEliminarantes de que la brisa me traiga
el perfume de ese nido embalsamado!"
(Sí, claro... el tipo sabe que si huele el perfume antes de llegar al cielo... va a ir derechito al infierno.)
Gracias, Seba por tus ilustradísimos comentarios... y aunque "rancio y amoniacal", no hay nada como sumergirse, en el fragor de la lucha, en ese aroma del hombre amado...