Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Hola franco me encanta tu pagina la sigo hace mucho gracias a tu pagina me hize gay y me deje el bigote y me encanta masturbarme todas las noches te mando un abrazo grande
ResponderEliminarMuy bueno: Hoy la propuesta que nos haces, es implícitamente sexual:
ResponderEliminar(Quieres sorber lo que tengo entre mis muslos esperándote)
Esta bien caliente y ya trae azúcar...
ResponderEliminarJuan,
ResponderEliminarun gran saludo, nunca pensé que Vellohomo tuviera el poder de hacer gay a sus visitantes...
Waufrid,
Entre los muslos, caliente y dulce... suena muy prometedor...
Como el título del culebrón colombiano...en este caso sería "Café con aroma de hombre". Ay Franco, con lo que me gusta...el café!!!
ResponderEliminarEmeKa,
ResponderEliminarsí, nos conocemos hace tiempo y doy fe de lo MUCHO que te gusta. Bueno, este señor se puso el café ahí para que lo puedas beber bien calentito...
Hola Franco:
ResponderEliminarVellohomo tiene el poder de cautivar, de enloquecernos con cada hombre que aparece y hacernos cada día más adictos a " ese café " entre las piernas de ese bello especímen masculino. Yo no pienso buscar "mejoría" para esa adicción.
Saludos