Esencial

Para quienes aman el arte de la fotografía homoerótica, Paul Freeman es algo así como un personaje esencial. Sus fotos, inspiraciones deliciosas a través de hombres irresistibles todos, generalmente con atuendos mínimos, desgastados y rústicos, en escenarios de trabajo, en medio de diversos y lujuriosos ambientes naturales, o en paisajes tórridos y calientes. Los desnudos del australiano Freeman son inconfundibles, tienen su sello característico y, me atrevería a decirlo, son todos bellos.

Los hombres de Freeman son protagonistas de una vida sencilla, simple, aunque no poco dura y difícil de conseguir sin riesgos, lejos de la aparente facilidad de los clichés urbanos, el consumismo de las grandes orbes y de un sistema superficial y mundano. En ellos Freeman busca su manera de transmitir la belleza, y, a la vez un sentido de libertad que su propio apellido parece pregonar.

En la introducción de uno de los tantos libros de Paul Freeman "Story time", Tom Clark, también fotógrafo, escribía:

"El poder, la honestidad y la energía completamente inconsciente en los desnudos de P. Freeman, los hace distintos de muchos otros. Reconozco en su trabajo esas profundas corrientes de pasión que permiten una exploración sin restricciones del físico humano y de la sexualidad".

Por su parte, el mismo Freeman afirma en su blog personal: "Para mí la masculinidad es más que la fuerza. Voy más allá. Para mi la masculinidad es el coraje de exhibir libremente también las debilidades, admitir tu vulnerabilidad emocional y expresar, como hombre, tus dudas e incertidumbres"