Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
pijona común la de Hank uno de los pocos que los bigotes le quedan calientes
ResponderEliminar¡Hoooola!
ResponderEliminarQue rica mañana de domingo, toda húmeda y fresca.
Recuerdo muy bien a Hank Ditmar. Me gusta la vista de perfil de esas nalgas tersas entre la redondez seductora y la fuerza de la cuadratura masculina. Hank tenía un hermano que también posó para Colt sino mal recuerdo..
Bueno, unos chistecitos para quitarse la modorra del domingo vintage.
Era tan viejo pero tan viejo,
Que en un lugar de espermatozoides
Tenía espermatosaurios.
Este es el Turco muchos pelos que va al médico
El turco pregunta, doctor, doctor , ¿dígame que padezco?
El Doctor D. P.: padece un osito.
Besos Turquito,
Jajaja
¿Cómo se dice eyaculación precoz en japonés?
Respuesta: Ya ta.
Querido Sebas como colega, seguramente habrá escuchado esta conversación de sus alumnos...
¿CÓMO TE FUE EN EL EXAMEN?
¡MAL! DEJE LA HOJA EN BLANCO ¿Y TÚ?
¡TAMBIÉN!
¡NOOOOOOOOOOOO! VAN A PENSAR QUE NOS COPIAMOS.
Abrazos modorros
Otro de Pepito
ResponderEliminarPepito aburrido de su gato, se quiere deshacer de el y se lo lleva y lo deja a cinco cuadras de su casa.
Cuando Pepito volvió el gato ya estaba en casa.
Se lo lleva esta vez a 20 cuadras y cuando volvió el pinche gato ya estaba en la casa otra vez.
Lo agarra de nuevo y esta vez se lo lleva 5 cuadras a la derecha, 10 a la izquierda, 2 arriba, cuatro abajo, 15 cuadras de nuevo arriba y lo suelta.
A los cinco minutos Pepito llama a su casa y le pregunta a la mamá:
-Mamá ¿está el gato en la casa?
- Si hijo, porqué?
- Dile a ese mendigo GATO que me perdí.
- ¡Que me venga a buscar!
Don Pepe,
ResponderEliminarjajajajaja.... muy tiernos sus chistecitos, el del osito me mató... una dulzura!