Peligro


Todo puede pasar cuando una camisa se entreabre más de lo esperable.

Comentarios

  1. Franco:
    en los post de ayer y hoy me has retraido a mi juventud (el de ayer, la mayoría de las fotos ya eran vintage en esa epoca!!!) y el de hoy a mi infancia, o mejor a mi periodo de lactancia!!!! claro que hay una diferencia... ahora es un placer encontrar pelos en la leche!!!!!
    un abrazo!!!

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  2. La brisa

    Esperaba aburrido en la mesa tamborileando una melodía pegajosa con los dedos. La calurosa tarde y la impuntualidad proverbial de Camilo me tenían enfadado. El restaurante no ayudaba mucho, pues acostumbrado a los lugares finos y cuidados, donde la belleza del entorno iba a la par de su exquisita comida y sobre todo de hombres apuestos y educados, pero he de reconocer, muchas veces fatuos e insípidos.

    ¿Porqué diablos se le habrá ocurrido a Camilo invitarme a este lugar de mala muerte?

    Pedí un mojito para calmar mis ánimos y poner todo en perspectiva. Me lo sirvieron doble. Era lo feliz para incitar a los parroquianos a venir en estas horas vacías en los que la mayoría tomaba la siesta.

    Entonces lo ví. Un hombre impresionante. Con la sonrisa a flor de piel, el pelo ensortijado volaba desordenado por la brisa del viento. La camisa de rayas negras y blancas se hinchó como una vela y como si fuera una coreografía ensayada dos de los botones dejaron el encierro de los ojales y asistí al espectáculo más glorioso que podía imaginar para esa tarde que estaba así predestinada.

    Todo el entornó se transformó desdibujándose al enfocar mis ojos a ese magnífico macho y el pecho peludo que se asomana duro, prominente, peludo, morboso, cachondo, aumentó la brisa y la tetilla también se asomó toda erecta, como una bala.

    El hombre parecía no darse cuenta de mi mirada que había dejado paso a la sorpresa y permitía la lllegada del hormigueo en mi entrepierna. Algo se empezaba adespertar.

    -Hola, soy Fabrizio, el tío de Camilo. Me pidió que me adelantara para disculpar su retraso.

    - ¿Puedo sentarme?
    -Por favor...adelante.

    La brisa había amainado y el se dió cuenta que llevaba abierta la camisa y comenzó a abotonársela. Me entró el pánico, tenía que reaccionar.

    - Hombre Fabrizio, déjatela abierta que asi te refresca el aire.
    Había hablado con total descaro, contrario a cualquier norma de comportamiento.
    Me miro con picardía. ¿Si verdad?
    Empezó a hablar y yo a escucharle, absorto no en sus palabras sino en el impresionante pecho y teta que quería mamarallí mismo, succionar como recién nacido. Su manaza peluda asomaba de esa camisa de manga larga, que ahora arremangaba.

    Por Zeús!! ¡Pero que ejemolar tan cachondamente hermoso ha descendido del o,impo! El tenedor de las aceitunas cayo a la arena y al recogerlo ví sus pies. Enmarcado por unas sandalias havainas, los pelos destacaban sobre la blancura de sus pies. Más arriba se adivinaban unos gruesos muslos que se cubrìan por unos pantalones de fino lino beige.

    En ese mimento quise ser banca para que se sentara ese culo encima mío mientras mamaba su teta.

    Dios mío, tenía que cojerme a ese hombre.

    En ese momento llega Camilo, mi hetero amigo y Fabrizio optó por abotonarse un ojal. El encanto se había detenido...pero la lujuria había llegado y no pensaba darse por vencida.

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  3. ¿Y qué pasó después, Compadrito? ¡Por el amor de Dios! ¡No nos tengas en ascuas! La espera desespera, y esta descripción tan sabrosa no puede ser la de algo que hasta ahí haya llegado.

    No sé por qué; me acordé de una canción que canta nuestro muy admirado maestro Armando Manzanero... Creo que quizás en algún momento posterior pensaste dedicársela al buen y exquisito Fabrizio:

    Que sea en un parque
    donde tengamos nuestra próxima entrevista
    Los dos sentados
    en nuna banca, y que todo esté a la vista
    Donde yo pueda administrar mis emociones
    y haya control de esas benditas tentaciones;
    Que cuando mucho...
    ¡te coma a besos!

    ¡¡¡Aaaaahhhh!!! Benditas sean esas camisas abiertas, esos tres sagrados primeros botones que permiten que el aire corra entre la imposición de la prenda y la libertad de la piel; ese duelo que en su lucha de dominio nos han regalado éxtasis tan supremos!

    Esperamos pues la continuación de esta epopeya erotica masculina... ¡Muchas veces eso se vuelven nuestros encuentros! Si lo sabré yo que tuve algo de eso en este fin de semana pasado... jejeje.

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  4. Hola amigo Franco un saludo, una cabronada estos del blog con tanta censura ellos se lo pierden con las miles de pajinas ho millones que perderan..... Te quiero comentar, conoces la pajina tumblr.com hay podras seguir con tu vellohomo y publicar sin censura hechale un vistazo y me comenta. Un abrazo amigo PEDRO

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