Miscelánea gráfica #131
Te invito a la penúltima Miscelánea de este año. ¿La vemos en mi ducha o en la tuya...? By Arthur Alan Lenard Alexander Abramov Allen Ginsberg by Gary Snider (1963) Anton Kolig, Stuttgart, 1933 Aristide Maillol modelando una estatuilla de terracota con un modelo masculino en Grecia, entre el 23 y el 27 de mayo de 1908, fotografía de Harry Kessler Austin Martin Ben Andrews Ben Dudman Blonde Ambition (1981)- dir. John Amero, Lem Amero Burt Reynolds, portada de Esquire, octubre de 1972 Butt Magazine #22 Spring 2008 By Michael Campellone Cafe de Paris (Serie), Paris, France, 1935. Kati Horna. Dusty Lachowicz Cole Monahan Daniel McCormick Danny Cobbaut La sonrisa de Diane Keaton (1946-2025) El pintor español Gonzalo Orquin posa con su cuadro 'Modelo a Caballo' Falcon Studios - Honcho Magazine June 1982 - Todd Baron George Gershwin (1898 – 1937) George Nader Gianluca Conte Gary Cooper, 1934 Henry Cavill no quiere salir de la cama (OMG!) Javier Trelis Sempere Jean Genet (1910 - 1986)...
































Imagenes para fantasear, para angurrientos, como comer dos postres al hilo. Con uno (bueno) alcanza; hay que cuidarlo y amarlo y ser colmado de amor. Una "panzada" indigesta.
ResponderEliminarLo que las fotos hacen es ponerlo a uno a eculubrar, ¿ como harán para hacerlo? si un simple "69" da trabajo para que resulte satisfactorio.
Una vez más gracias por este blog.
Hola!!!
ResponderEliminarUna vez mas se manifiesta que sobre gustos no hay nada escrito!!!! No opino sobre el trío... porque nunca tuve la oportunidad (NO las curiosidad!!!)
Pero si me diferencio de Anonimo.... a mí el 69 me representa el sumun del sexo.. la simetría perfecta, el encuentro de iguales... pero... como dije al empezar... sobre gustoa....
Hola Seba,
ResponderEliminarCoincido contigo en lo delicioso del mamar y ser mamado, tanto en el asterisco como en el turgente balano. Esa correspondencia de dar placer y ser complacido es espectacular. En ocasiones es todo un reto saber que te hacen gozar tanto que hasta tienes que parar para reconocer la exquisitez del momento y poder enseguida proporcionar un gozo similar o superior, y así continúa la espiral ascendente, en una especie de ley del talión: chupada por chupada, mamada por mamada, pudiendo quedarte ahí hasta el paroxismo del placer o como un calentamiento previo a la gran acogida...
De los tríos, tuve oportunidad de probar en mis años mozos, siempre o casi siempre con mi camarada presente. Creo que estas miniorgías te dan la oportunidad de no perderte al divagar buscando compañeros sexuales como en el caso de una orgía de más miembros (mmmm mmmmmm).
Y aunque hay posiciones sexuales verdaderamente placenteras, pocas creo como ese del placer mutuo francés. Así que coincido de nuevo contigo en que "entre gusto y gusto... no hay disgusto",
Besos
Vaya...
ResponderEliminarnosotros tendríamos que seguir haciendo estos comentarios en una buena cama, donde además, nos demos el lujo de ilustrar de manera práctica cada una de las preferencias debatidas. Digo, como para que todo quede bien explic(it)ado, no?
Puedo decir, acerca del famoso 69, que lo he practicado, practico y practicaré siempre, pues es una de las posiciones que viene como naturalmente en algún determinado momento del encuentro sexual. Parecería como si los cuerpos mismos, ajenos a nuestra voluntad, se acomodaran solos y pidieran con lógica y avidez esa variante del gozo. Ahora bien, a esta altura, aún no podría afirmar de mi parte que esa posición me genera una armonía recíproca totalmente balanceada. Me encanta hacer un buen 69, pero, como dice Don Pepe, a veces me es necesario detenerme en mi acción de dar para disfrutar el recibir, y viceversa. ¿Es posible entonces, hacer dos cosas bien al mismo tiempo? Yo soy de los que aman focalizar las cosas para sacar el mayor provecho de ellas. Me encanta dedicarme a dar placer a mi amante de una manera intensa, y al hacerlo, dedicarme exclusivamente a esa acción... y por otro lado, también me gusta dejar de hacer para sentir de manera completa todo lo que me están haciendo. Podría estar en una u otra situación por horas. Sin que esto, por supuesto, vaya en detrimento de la práctica sesentaynuevechesca. Pienso, dicho sea de paso, que la actividad sexual más armoniosa sigue siendo la tradicional y primitiva cópula. Penetrar y ser penetrado. Es decir: COGER!!!!! (ups!, perdón por el exabrupto), y para completar el equilibrio, alternar los roles del juego. En fin, me pasa que cuanto más hablo de sexo, más maravilloso me parece. Sí..., y ahora mismo, me pongo melancólico, porque hablar de sexo, también me provoca una necesidad imperiosa de hacerlo ya.
Buen fin de semana, amigos del café!!!!