El cuentito de fin de mes
- El oso - -Por aquí, por favor La sinuosa figura de una mujer de largos cabellos y sonriente expresión, aunque artificial, nos precede a mi esposa y a mí y nos introduce en el interior del restaurante. Es un lugar tranquilo, refinado y con clase. -¿Le agrada esta mesa, señor? -¿No tendría otra un poco más iluminada? -Sí, por supuesto, aquella, pero está cerca de la cocina. -No hay problema. Me dirijo a mi esposa ¿te parece bien esta, amor?, ella asiente y nos sentamos finalmente en la mesa elegida. -Enseguida serán atendidos – dice la mujer, sin dejar de sonreír lejanamente. Mi mujer está espléndida, vestido nuevo y un par de sencillos y elegantes pendientes. Yo luzco sobrio, con mi camisa de seda algo abierta y envuelto en un sutil perfume de Dior. Al sentarnos nos miramos y nos sonreímos. Aún sin pronunciar palabra, pero dando comienzo a la celebración: una cena romántica en honor a nuestros diecinueve años de casados. Las velas dan un valor especial al mom...