Abandonos




De un comentario en el café, semanas atrás:

"Mis dos grandes abandonos "profesionales" han sido con el Dr Renato y Don Víctor (el masajista del baño turco del que te hablé a propósito del cuentito de tu cuñado kinesiólogo). Aunque también conozco el otro lado de la medalla, el de quien te lleva al abandono. Hace algunas semanas un compañero de trabajo se quejaba de fuertes dolores de espalda y de la nada me preguntó si yo sabía hacer masajes. Yo ni tonto ni perezoso dije que sí, recorriendo en mi mente la rutina de Don Víctor. Como ambos estábamos fuera de Santiago, le dije que me llamara a mi habitación del hotel para coordinar una vez que estuviera listo. Y fue así que me recibió en una remera rosada y un traje de baño. Yo de inmediato le dije que tenía que sacarse esa remera y el bañador porque con ropa no podía descontracturarlo. Medio receloso, se sacó ambas prendas y quedó en un shortcito celeste. Le dije que se tendiera boca abajo y comencé a masajear su espalda, su zona lumbar, sus piernas y sus pies suavemente al comienzo pero luego cada vez con más fuerza. Y de a poco yo pasaba del punto A al punto B, presionando por aquí y por allá mientras recordaba lo que me hacía sentir Don Víctor. Mi amigo se fue entregando y relajando, así que le dije que no fuera pendejo y que se sacara su short de una vez para poder hacerle un buen masaje. A regañadientes obedeció pero se aseguró de tener las piernas muy juntas. Aún recuerdo el gemido que lanzó cuando le apreté la primera nalga.... y luego la otra, y así estuve un rato alternando hasta que comencé a avanzar con mis dedos hacia su perineo, separando sus cachetes con las palmas de mis manos. Él que es tan machote estaba totalmente entregado, incluso soltó un suave gemido cuando le abrí las nalgas y le di un suave soplido directamente en el ano. Y cuando le dije que se volteara y pusiera boca arriba solo atinó a cubrirse con su prendita celeste porque le "habían pasado cosas con el masaje". La atención prosiguió de forma muy profesional, yo completamente vestido y él completamente desnudo. Como su erección no bajó nunca, le volví a decir que se dejara de wevadas y pusiera de lado su improvisado taparrabo. Y sin chistar obedeció. Por supuesto que yo le rozaba el escroto cada vez que recorría sus muslos, hasta que le pasé a llevar la verga con el antebrazo. Como no hubo reacción negativa de su parte, seguí, y seguí con más descaro hasta que finalmente la agarré y le dediqué la última parte del masaje solo a ella. Mi amigo estaba en un delicioso abandono y no me dejó soltarlo hasta que explotó en medio de contorsiones y apretándome el muslo con su mano. Después de esa sesión nos hemos topado pero apenas nos hemos saludado. Pero sé perfectamente a quién recurrirá la próxima vez que le duela la espalda..."
Deepsouth (comentario del pasado 31 de octubre)













 





















Comentarios

  1. Touché!!!!! El domingo recién pasado se repitió la atención, esta vez con mucho más descaro de mi parte y más abandono de la suya.... Vuelvo más tarde a comentar.

    ResponderEliminar
  2. Deep!!!!
    Entonces sólo quedan dos opciones (propias de tu compromiso con VH, por cierto), podés elegir entre contarnos la 2ªparte, o invitarlo a tu amigo para que cuente la continuación desde su propia perspectiva. Mmmmmmmm..., sí, creo que a él le va a gustar venir al café...

    ResponderEliminar
  3. Aprovecho de saludar a mi queridísimo Don Pepe por su cumpleaños y de paso ofrecerle un masajito de regalo. Seguiré practicando para refinar la técnica de aquí hasta que nos veamos en persona, muy pronto espero.
    Volviendo al tema, dos veces me he hecho un masaje en un sauna reconocidamente gay, pero en ambas oportunidades he quedado con una sensación de insatisfacción que no he tenido en los lugares catalogados como hétero. Quizás tiene que ver con que en estos últimos se produce mayor expectación en cuanto a lo que podría llegar a suceder. Don Víctor es siempre tremendamente cuidadoso, pero la posibilidad de que cruce el límite es precisamente lo que más me excita.

    Besos masajeados

    ResponderEliminar
  4. Queridísimo Don Pepe, ¡felicidades!, ya tiene un vale por un masaje chileno, a ver, vaya pensando que quiere que le regale yo. Mmmm.

    Deep:
    Sí, el tema es muy interesante. Cuando solía visitar saunas gay, cosa que me gustaba mucho, fantaseaba yo mismo conque algunas de las situaciones que se daban inevitablemente (duchas, acercamientos, toques, manos disimuladas), eran "como si". Es decir, me encontraba en un juego, por así decirlo, como si el sitio fuera una reunión de hombres héteros. Precisamente, esos escarceos tímidos, no del todo abiertos, lo protagonizaban hombres casados. Se podía percibir toda esa represión culposa por estar allí, además, claro, de lo interesante que era ver un tipo increíblemente masculino, cero plumas, muriéndose de ganas por comerse una buena polla. El morbo era de un nivel superior!. Comparto tu deliciosa sensación.

    ResponderEliminar
  5. ¡Mis queridos amigos! Acá en el norte ha llegado el invierno; y yo, con mi espíritu golondrino, después de haber pasado por un otoño lleno de presiones y preocupaciones, sé muy bien que es el momento de volar al sur a buscar ese calor inigualable que sólo nuestro querido Café nos puede dar... ¡Y tremenda sorpresa que me he venido a topar con el tema que precisamente en estos días se trata acá! Bendito abandono el que da un buen masaje dado con la fuerza de unas manos viriles y expertas, que saben bien las rutas para llevar a otro de su mismo género al desconecte, luego a la elevación... para alcanzar finalmente el éxtasis.

    Y así como tengo bastante tiempo de no venir a nuestro lugar, también tengo bastante tiempo de no visitar el otro templo de placeres masculinos que frecuento: mis baños de vapor de cabecera con mi masajista oficial, del que ya les he hablado en otras ocasiones: un MAESTRO en lo que hace... ¡y sobre todo, en CÓMO lo hace! Los jueves no trabaja, pero mañana es viernes... y muy seguramente lo iré a visitar. ¡Este post ha servido de inspiración para despertar recuerdos realmente agradables!

    Pero antes de eso aquí me tienes para darte esos abrazos y esos besos que tengo muchas ganas de darte desde hace tiempo, mi querido Gaucho de Oro... ¡Extrañaba de verdad estar aquí! Aquí me tienes de regreso para gozar la calidez del verano que en este Café siempre está presente... ¡y también para admirarnos de la buena mano de nuestro amigo El Huaso Colorín! ¿Así que ahora ayudas de esa forma a tus colegas, mi querido Deep? ¡Qué desinteresado! Jejeje... ¡Bravo por las experiencias! Digo "las" porque nos debes la continuación... ¡No te hagas!

    ¡Gracias por recibirme de vuelta... y más de esta manera, querido Café VH!

    ResponderEliminar
  6. Manuuuuuuuuuu
    Ya era hora de que volvieras al café....!!!
    Es una alegría tenerte aquí.
    Espero que ese otoño lleno de preocupaciones y presiones, se haya llevado con él todas las malas cosas y el invierno te pinte mucho más lindo. Y sí... yo empezaría con un retorno a tus baños y a tu profesional de cabecera. Y si no... venite al sur, que aquí tenemos a un chileno experto en gozos y abandonos... ( y como decís... muy desinteresado, claro)

    Yo también uno mis votos a los de Manu, querido Deep, para que no nos dejes mucho tiempo esperando la 2ª parte. Mmmmm... y si hubo 2ª, pronto vendrá la 3ª. Y para esa instancia, me imagino que el relato vendrá ya con imágenes fotográficas tomadas in situ para certificar la veracidad, de la cual no dudamos ni un minuto, pero igual... queremos fotos.

    Buenas noches, amigos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Hora de compartir una birra con un heterosexual

Miscelánea gráfica #120