Santuario de hombres desnudos
Vestuarios. Recintos maravillosos tan ligados a mi juventud en tiempos de tempestuosos despertares sexuales. Entonces, los vestuarios fueron para mi un mundo maravilloso donde algunos interrogantes se develaron, donde vi por primera vez a un hombre completamente desnudo, donde aprendí a apreciar -como quien recorre una galería atrapante- los deliciosos encantos del vello masculino.
Rodeado de hombres sin ropa, mojados de ducha, observados clandestinamente, temeroso de ser descubierto pero también excitado por el peligro de ser descubierto, el momento de los vestuarios era mi tiempo preferido del día.
No tuve aún de estar en uno...
ResponderEliminarEs un lugar muy masculino, tremendamente erótico que estimula mi mente para crear variadas fantasías con estos hombres desnudos.
Simplemente diré Guau!!!😍😋🤗
Si no visitaste uno aún, VH te trae el vestuario a tu casa 😀
EliminarQué ganas arrodillarme y de comer las bolas del #8 🤤
ResponderEliminarChico Malo #43 también frecuenta vestuarios 😏
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo sólo eso, sino que Chico Malo tiene en su boxer los rastros de haberlo pasado muy bien entre los lockers 🤨
EliminarQué cara de travieso y qué guapo es el señor de la #38!!
ResponderEliminarPues anda que el rubito de la #44...uffff
EliminarTotalmente de acuerdo!
EliminarFranco, un vestuario, o quizas mejor dicho, N U D A R I O. Osea un lugar de personas, aqui hombres muy bien desnudos. Hay muchos muy bien endowed (muy buenas herramientas) entre sus piernas. Pero el 36 tiene un verdadero salchichon entre las suyas. Jejeje!!! Tony Italian.
ResponderEliminarUn notable bulto!!!!
EliminarFui "heterosexual" por muchos años, por condiciones sociales y familiares que jamás tomaron en cuenta mi esencia verdadera.
ResponderEliminarRecuerdo con alegría como en esos santuarios para hombres, mal llamados vestidores, me rebelé, de rebelión, de la injusticia social,contra mi individualidad. Para mí no hay otro lugar más sagrado, que ese entorno de masculinidad, de aromas, texturas y a veces, sabores, que el vestidor de un gimnasio o centro deportivo.
Dios bendiga los vestuarios.
Amén
Era mi momento favorito del día, llegué a la conclusión que entrenaba a diario solo por ver esos hombres desnudos.
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