De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
aaayyyy dos días seguidos si pijonas
ResponderEliminarMuy buenos dias don Franco es tercera vez que veo su blog mi nombre es Alfonso resido en Brooksville Texas . Y curioseando ya sabe encontre Este extraordinario lugar .permitame felicitarlo por tan hermoso trabajo .son UN hombre De 50 anios lampinio con apenas barba De candado y bigote y ya sabra usted que el hombre necio siempre AMA y decea Lo que no tiene y si no Lo puedo tener me contento con ver y admirar tanta hermosura que usted presenta . Sinceramente Lo felicito y a mi por encontrar Este espacio que me pone a mil Al ver a essos hombres peludos a mas no poder. Increiblemente hermosos.
ResponderEliminarEstimado Franco, que buena entrega fotográfica, un hallazgo visual imperdible en alguna de ellas. Muchas gracias
ResponderEliminarJulio
Buenas tardes Señores!Gigantesco es el talento de Torres Ibarzo!bellísimas imágenes de bellísimos especimenes,Encontrar la belleza en cada imperfeccion,en la protuberancia de su abdomen,en el césped de su piel,un festin real y tangible para nuestros sentidos.a existido desde siempre ya sea por inclinaciones religiosas o culturales,la costumbre de remover el prepucio a los varones,más sin embargo miro sus sexos desnudos,y contemplo sus miembros intactos,espléndidos!Y pienso si tal vez la evolución del hombre se equivocó al diseñar un pene humano a tal grado que un cirujano debiera cortar un poco de esa piel...no lo creo.belleza intacta vs. circuncisión,Ustedes que opinan?cuidense mucho camaradas!feliz tarde!!
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ResponderEliminar¡Hola, Café! Esta galería es simplemente... ¡una maravilla! Gracias por darnos este regalo tan espectacular, mi queridísimo Franco; es la belleza más sencilla, sin toques de clarín ni pretensiones prefabricadas.
ResponderEliminarEste artista de la lente prácticamente le rinde un homenaje supremo a LA PERFECCIÓN DE LA NATURALEZA COTIDIANA... no cabe duda que la belleza es algo completamente subjetivo; y aquí se ve claramente que no hace falta ser un Hercules de gimnasio ni un Adonis de cine o telenovela para tener características y elementos merecedores de un tribute INMORTAL y PERENNE; como lo es la fotografía artística. ¡Bravo por esa visión, maestro Torres Ibarzo! Gracias siempre por las barbas desordenadas, las ojeras marcadas, las mejillas redondas, las curvas en el abdomen, los rasgos del vecino... por dejar para la posteridad el testimonio de la belleza masculine que es simple y sencillamente NATURAL.
Un recado breve para mi huracanado compadrito Don Pepe: gracias mil veces también a ti por tu replica a mis percepciones sobre el maestro Jodorowsky... y gracias también por traerlo a nuestro lugar. Quizás el halago se puede confundir con la adulación, la lisonja o la zalamería... el/la destinatario/a de las palabras en cuestión sabra distinguir quiénes hablan con sinceridad y quiénes con intenciones diferentes; sea como sea, él mismo seguramente tundra la autocrítica suficiente para "no creerse" todo lo que le digan y mantener los pies en el suelo. Para que esto ultimo suceda hay un ingredient que no debe faltar en ninguna receta de la vida: HUMILDAD. ¡Que nunca falte ese secreto mágico en sus alacenas, señores!