Destacado de hoy


Peluche

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  1. Osito de peluche y el juego que todos jugamos

    He dormido una larga siesta vespertina de casi siete horas y despierto todo fresco en la madrugada. Mi compañero duerme a mi lado fiel a su costumbre de dormir al filo de la orilla de la cama. Bajo por un yoghurt griego, de esos que tienen una consistencia cremosa y lo paladeo en el silencio de la noche. Abro mecánicamente mi lap en el estudio para echarle un vistazo a los correos de trabajo.

    Decido volver a la cama y contemplo el sueño de mi bien amado. Lo beso y lo abrazo tan suavemente como si fuera brisa para no despertarlo, suspiros y un gracias a la vida se escapan de mi aliento y de mi mente.

    Estoy aún muy despierto. Tomo entonces el iPad y me dispongo a ir al Café VH, que a esta hora debe estar embriagante con los aromas del post de cada día que como diario de noticias del hombre vellohomesco nos regala la amorosa creatividad de Don Franco a sus fieles tertulianos. La ternura del "destacado de hoy" dispara recuerdos de momento vividos con mi compañero a mediado de los ochentas.

    Estamos en el teatro y ha terminado de caer el telón de la obra "El juego que todos jugamos" de Alejandro Jodorowsky. Tengo ya 23 años y aún soy como una esponja que busca absorber todo lo que esta a mi alrededor.

    Y el mensaje de esta obra ha sido estremecedor pues nos lleva a la conclusión de que la solución a los males del mundo somos nosotros. Exigimos un mejor mundo, sin darnos cuenta que formamos parte de él, y por tanto, de la solución para lograrlo y para lograr ese cambio tan esperado y tan exigido, resulta conveniente el establecimiento de un principio, el cual puede estar regido por las últimas frases de esta obra que hoy gracias a la red puedo transcribir: “Alguien tiene que comenzar, desde hoy, ahora mismo, y ese alguien voy a ser yo”

    El aplauso del público es atronador y parece que este es un día especial quizás por el numero de representaciones. El que creo que es el director de la obra, un gordo simpático, tiene un osito de peluche en sus manos y repentinamente avienta un osito de peluche a alguien situado en la primera fila.

    (Continúa...)

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  2. Me quedo estupefacto y trato de ver que manos cobijan ahora al osito. Tengo que alzarme de mi butaca y por fin lo veo, un jovencito de piel blanca como la leche, con la barba crecida de dos días que buscan darle sin resultado un aspecto maduro a su rostro juvenil que enmarcan unas pestañas enormes, sonríe y lo saluda.

    No me cabe duda de que entre el guapo jovencito y el gordo director de la obra hay algo. Me quedo maravillado, mis cejas se arquean como no dando crédito a esa muestra de afecto que rebasa el mero afecto público entre dos hombres que debiera ser, según mis acartonados modos de entonces, reducirse a un abrazo o un saludo a la distancia.

    Pero no.... ¡Que le ha lanzado el osito de peluche! Y el joven sorprendido se ha sonrojado, sintiéndose quizás descubierto, pero sin duda halagado de ser el depositario de esa enorme muestra de afecto.

    Lo observo con detalle, no sin cierta envidia, al ver que un afecto entre hombres tan disímbolos muestra el amoroso latido de la ternura. Sí, le ha arrojado públicamente un te quiero y mi mundo a partir de allí toma otra connotación.

    Miro a mi compañero y le sonrío, me pasa la mano sobre mi hombro y en su mirada encuentro una completa comprensión a mis emociones. Cierro involuntariamente los ojos, quizás para grabar para siempre esa escena de mi vida.

    El teatro se empieza a vaciar y un pequeño grupo rodea al director y a los actores, sonrisas y risas aparecen por doquier acompañados de abrazos de felicitación.

    -¿Quieres ir con ellos? Me pregunta mi compañero.
    Mmm no. Sólo quiero estar contigo.
    Nos sonreímos.
    Pasamos de la oscuridad del butaquerío del teatro al radiante sol que nos encandila. Su luz ilumina un nuevo camino.

    Abrazos pelucheros.

    Ps. Gracias amigo Don Franco, su trabajo siempre dispara la aparición de un recuerdo, crea nuevas emociones o me sumerge a deliciosos mundos oníricos. Besos tímidos.

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  3. Algunas citas de ese incesante creador que es Jodorowsky

    "No quiero que me ames, quiero que ames. Los incendios no tienen dueño." Alejandro Jodorowsky

    "El hombre grande sabe cuándo y en qué es pequeño. El hombre pequeño no sabe que es pequeño y tiene miedo saberlo” (Jodorowski, 1990)

    "Quien te alaba mucho es un enemigo en gestación." Jodorowsky

    Y para terminar las últimas palabras en una entrevista de Fernando Garcia de el Diario El Clarín

    —¿Su libro es un catálogo de vicisitudes. ¿Le faltó algo?

    —Sí. Ser homosexual... y mujer. Lamento que nunca en mis 77 años me hayan penetrado...

    —Dicen que nunca es tarde

    —No, ya no me entran balas.

    Abrazos

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  4. Buenas tardes estén pasando todos Señores!materias tibias rozando la hermosa desnudez del hombre,en regiones prohibidas...por un osito de peluche!!!destacado de hoy,de alguna manera me hace pensar en la ternura de hoy!y desear desde luego,ser ese osito.cuidense mucho camaradas!hasta pronto.

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  7. ¡Hola, señores! Qué diverso es el mundo y qué ensalada de emociones puede despertar una misma imagen en la mente de tantos y tantos que pasamos por aquí... ¿Te imaginaste un efecto así, Franco? Probablemente... digo esto porque a mi Compadre Don Pepe la imagen le trajo un grato recuerdo del ayer, a nuestro amigo Anónimo con sello particular le inspiró una mezcla de ternura y sensualidad (por favor, mi estimado; preséntate... será un placer ponerle nombre a tu forma de expresarte); pero a mi... ¡sí me levantó la libido de una forma especial!

    Yo me fui más por el primer impacto visual, el lado físico, lo carnal que a fin de cuentas siempre acabará ligado a lo emocional... el contraste de una piel bronceada de hombre sobre una alfombra blanca, imaginar la caricia que se está regando por todo el cuerpo de macho con solo un roce... ¡y no me es indiferente la manera en la que está sosteniendo a su osito! ¿Esta imagen tendrá involucradas otras historias? Si no, sería bueno inventarle una, se antoja... acordarse de un osito de carne y hueso que ya no está en ese momento, pero con el que cada vez que esos dos varones se tendían en esa alfombra sabían bien que sus juegbpos tiernos y apasionados durarían horas, y horas, y horas... ¡ahora me pongo a pensar en que también yo quiero un osito para jugar! Pero no de este peluche que se mete en la lavadora; más bien del que se sumerge en una tina o se refresca en una ducha dejando dibujos dispares y a la vez simétricos, a los que será un placer darles sentidos distintos en cada jornada, como si fueran manchas de Rorschach...

    Un comentario en alusión a una de las citas del admirable maestro Jodorowsky que menciona mi Compadre... no creo que quien alabe mucho sea "un enemigo en gestación"; también puede ser un ser que al encontrar a algo (o a alguien) tan cercano a sus ideales personales expresa su felicidad y satisfacción no dejando de ponderar esas virtudes que parecía que solo existían en sueños... ¡yo por eso los alabo tanto, cabroncitos! Creía que HOMBRES como ustedes solo existían en las ficciones idealistas... ¡y hay que ver cómo y dónde venimos a coincidir! Precisamente por estos rumbos hace no mucho tiempo vino a mi mente ESTA CANCIÓN que habla de ello; de la magia de COINCIDIR. Ahora bien, no hago menos al maestro; porque de su autoría también está una frase que dice: "Usemos nuestro pasado como tramnpolín, no como sofa"[... ¡Nada más cierto!

    Les deseo mucho calor en sus vidas, señores... afelpado como el peluche, tierno como un osito, apasionado como un cuerpo de hombre tendido y dispuesto... ¡Todo el amor para ustedes!

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  8. ¡Hoola!

    ¡Aaaah compadre! Me gusta cuando discrepa porque se ve tan presente, porque se ve más el Manu profundo.

    Sobre las alabanzas. Dudé en poner esa cita entre tantas que tiene el maestro Jodorowsky, pero después de meditarlo pensé en transcribirla por razones personales independientemente de que a alguien pudiera llegarle.

    No se en que contexto y porqué lo habrá dicho Don Jodo, a quien admiro como hombre que se ha nutrido en la cultura del esfuerzo. Pero creo que esta cita de su encuentro con Neruda nacarada en una entrevista de Fernando García, lo retrata desde temprana edad.

    "—La condecoración que le dieron es la "Pablo Neruda". ¿Cuál fue su experiencia con él?"

    "—Me encontré con Neruda en Francia, en el café La Coupole. Yo era joven... tendría 25 años. Y ya era conocido por mis obras de teatro. Y entonces alguien me dijo: "Neruda te quiere conocer". Y yo entré al café y vi un buda sentado y pensé "Es Pablo Nerbuda". Y con esa voz nasal que tenía me dijo: "Jodorowsky, yo he oído hablar mucho de usted". Y yo le dije igual: "Neruda, yo he oído hablar mucho de usted". Frío total. Nunca más lo vi."

    ¿Qué te (les) parece esa anécdota?

    En lo personal la cita atrajo mi atencion porque cuando medito una de las afirmaciones que repito en el sutra del tercer principio referido a "mi dialogo interno refleja el fuego de mi alma", es imaginar que no me afecta la adulación ni la crítica. El propósito de este sutra, es potenciar el poder interno donde tu yo es diáfano y no se ve influenciado por factores externos adjudicados, como por ejemplo la adulación y la crítica.

    Cuando sabes lo que eres, te vuelves inmune a la adulación y la crítica, y tu autoestima es producto de la cultura del esfuerzo que potencia ese poder interno y no lo que digan los demás que a la larga puede provocar que no desarrolles todo tu potencial porque te estacionas en lo más fácil.

    En consonancia con esto, resulta significativo todo el revuelo que se armó cuando el Sr. Po Bronson escribió en 2007 sobre el efecto negativo de la adulación en el rendimiento escolar de los niños. Todo ese choro de que eres muy inteligente, para ti no hay nada imposible hijo, eres lo mejor, eres increíble, ha tenido un efecto contrario en como los niños adulados resuelven problemas que no son fáciles pero que significan un crecimiento personal en lo cognitivo.

    Dice Po Bronson que no toda alabanza resulta negativa ...."Pero no toda alabanza es igual. Para que sea efectiva, tiene que ser específica. Decirle al niño exactamente qué hizo bien y no que “es increíble” sólo porque sí. Esto le da luces para saber cómo hacerlo la próxima vez.

    Pero en este blog de mayorcitos y muy mayorcitos las alabanzas deben servir para seguir creciendo en el esfuerzo.

    Creo finalmente que Jodorwsky se refería a esa alabanza o adulación que no es sincera y que hace daño.

    Querido compadre, desde el inicio de nuestra gran amistad usted se ha manifestado como un hombre sincero y honesto. Así que alabanzas a un lado me quedo mejor con la frase de "No quiero que me ames. Quiero que ames. Los incendios no tienen dueño."

    ¿Qué opinas de ello? Es preciosa ¿no?

    Abrazos amorosos para usted

    Ps. Me gusta como utiliza la letra de las canciones para enmarcar su mensaje. La escuche de nuevo y ahora adquiere un nuevo significado.

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