Índigos y azules




























































































Comentarios

  1. ¡Ah mÍndigo! Jajaja

    Deleitable y encantador post. Como decimos por acá: "te rayaste", o a la francesa , je tire mon chapeau!

    MÍndigo un abrazo... ¿Se puede?

    Ps. Estamos por cenar, al rato regreso.

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  2. Me encantan esas nalgas portentosas del 3. Me dan ganas de estar parados en la playa viendo el faro y el armonioso colorido de las luces del atardecer, mientras le acaricio con goce y sin premura sus bellas y velludas nalgas, mientras que de vez en vez el me mira de reojo complacido.

    Y el 17 que erótica toma. Siempre me han dado ganas de tomarme una foto en esa pise...me falta un buen fotógrafo...

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  3. Hola, señores!!! Les saludo con todo el gusto del mundo. Hace ya como 2 semanas que no venía; pero veo que nuestro buen Franco, el magníficco Gaucho de Oro, se ha PULIDO (así en mayúsculas) con tres galerías que me han hecho temblar de placer... OJO! No estoy diciendo que en las otras no lo haya hecho; para todos hay gustos... pero a mí estas tres me llevaron a volar a la Estratósfera:

    Primero, el sublime madurito Allen Silver... en el apellido lleva el talento, cómo no! Es un flamante macho que bien podría pasar por mexicano... ¿por qué lo digo? Por una sencilla razón... ¿sabían ustedes que la plata mexicana está considerada la de mejor calidad en el mundo entero desde tiempos virreinales y no ha perdido ese estatus? Este manjar está bañado de arriba a abajo con este preciado metal que pinta sus vellos y su cabello; lo cual, mezclado con el fuego que tiene en la piel lo hace... ¡sumamente notable!

    Después la magia deliciosa de ver esa galería dedicada a las formas de los vellos... ¡sencillamente ESPECTACULAR, por Dios! Desde níño (sí, lo sé... fui muy adelantadito... jeje) me atraía ver que los vellos en los pechos de los varones eran algo así como una huella digital: no había dos iguales (por lo menos no muy cerca uno de otro) y era un deleite hacer asociaciones coin esas figuras abstractas, al igual que pasa con las nubes o las copas de los árboles... ejercicios divertidos que al aplicarse a la anatomía masculina se vuelven instantes delirantes... ¿No hay superlativos aplicables? Más bien yo diría EXISTENTES ante tales niveles de placeres!

    Y para rematar, el maestro deja de ser Gaucho de Oro para volverse un torero que esgrime la espada y hace un movimiento magstral con un capote AZUL... no rojo, AZUL! Porque algo en el fondo le dice que hay toritos muy bravos, como éste que escribe, que si bien se pone bravo con el rojo, con el azul se pone dócil, le lanza la mejor de sus sonrisas y se tiende en el ruedo bajo el sol a mirar el cielo que el torero le presenta en tantos y tantos deliciosos matices... ¿Qué hace el diestro? ¿Entrar a matar con la espada refulgente? ¡Por supuesto que no! Se tiende junyo al torito en medio de la plaza para mostrarle la trampa que ha preparado para tenerlo así ptrecisamente... con la mirada embelesada ante tanta hermosura: machos peludos enmarcados en un fondo majestuoso, de matices celestiales y marinos... ¡Este torero no da muerte, PROLONGA LA VIDA! ¡Genialísimo, Franco querido!


    Debo decirles que esta última ausencia prolongada es debida a varios motivos; entre los cuales se encuentra uno muy especial... es una historia que bien puede ser una película; porque ha tenido escenas memorables y ya tiene fecha de término... ¿De qué se trata? Ya les contaré, ya les contaré...

    ¡Besos y abrazos a todos ustedes, hermanos! ¡Los presentes y los ausentes!

    P.D. Don Pepe! Compadrito querido! No te sabía esas inquietudes en el modelaje erótico masculino... y vaya que tienes lo tuyo! Te hace falta un buen fotógrafo? Falta de confianza... Quién sabe si yo lo sea; pero dicen que echando a perder se aprende... ¡Yo persistiré hasta lograr el efecto deseado!

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  4. ¡Ay Manolito! Que compadrito tan acomedido. Esperemos primero que pronto el destino nos vuelva a juntar.

    Y yo que creí que estaba usté con retiharto trabajo....pura publicidad la suya. Pero aquí esperaré por su historia de película. Abrazos mientras tanto, aunque se me hace que ya está todo estrujado.

    D. P.

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