Los pecados capitales
Bien sabido es que, hay tantos pecados como días tiene la semana. Así que bastante entretenidos estamos con cada uno, y si bien en verdad para nada me atrae caer, por ejemplo, en los vicios de la soberbia o la envidia, digamos que con los demás pecados me siento más o menos a gusto. Y... sí, para qué lo voy a negar: me encanta comer cosas ricas, soy un poquitín codicioso, amo dormir hasta tarde, me gusta enojarme cada tanto -la virtud de la paciencia me es algo difícil de cultivar- y ni que hablar del apetito más insaciable de todos, el sexual, que practico en lo posible, varios días a la semana y que a esta altura de la vida, supongo que de todos es mi pecado favorito. Sé que por todo esto voy a ir a parar derechito a los abrasadores fuegos del infierno (justo yo, que tanto gusto del invierno, con V) y claro, jamás tendré perdón divino, pero mientras... ¿quién me quita lo bailado?
Hoy repasaremos uno a uno los llamados pecados capitales, que, según Vellohomo, no son siete, no, de ninguna manera, sino ocho. Pues un pecado terrible nos acecha sobre todo en estos días, y ese sí, amigos, es terrible, es de temer, tanto por practicarlo, como por estar rodeado de los inconscientes cultores que lo consuman día a día. He aquí, entonces, los ocho pecados capitales:
1 - Soberbia (orgullo, vanagloria)Es considerado el peor de todos los pecados ya que de su matriz generalmente nacen los otros. El demonio que lo apadrina es el mismísimo Lucifer, un buen muchacho que, precisamente, fue expulsado del paraíso por dejar de serlo al escalar varios niveles de soberbia, algo no muy bien visto por todos los habitantes del Edén. La soberbia es la confianza exclusiva en las cosas vacías y vanas (vanidad) y en la creencia exaltada de que todo lo que uno hace o dice es superior a lo que hagan o digan los demás (o sea, un pecado típicamente argentino). Lo contrario a la soberbia es la humildad.
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2 - Avaricia (codicia)Es un pecado de exceso, como la gula y la lujuria, pero aplicable a las riquezas y a los bienes. Bueno, ya sabemos: quiero todo, todito para mí, para mí, para mí, y nada más que para mí, algo muy visto en las clases dirigentes que supimos conseguir. El demonio que apadrina este pecado se llama Mammon (que yo pensé que era el de la lujuria, claro, pero no), y la virtud que se le contrapone es la generosidad.
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3 - GulaEs la glotonería, el consumo excesivo de comida y bebida, en forma irracional y descontrolada. Esa manía de llevarse todo a la boca y tragarlo casi sin masticar es debidamente castigada en el Purgatorio. Según Dante, en La Divina Comedia los culpables de glotonería son obligados a permanecer de pie entre los árboles sin poder alcanzar sus tentadores frutos. La Gula también está apadrinada por un demonio que incita a consumarla: Belcebú. Lo opuesto a este vicio es la virtud llamada templanza.
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4 - LujuriaComo dije antes, se trata de un pecado genial y maravilloso. Quien no lo comete es considerado un individuo casto (o un tontito), y quien se deja llevar por él, seguramente ha sido tentado por el demonio puesto en función para tales fines: el depravado Asmodeo (que de tontito no tiene nada). La lujuria abarca a todos aquellos que sienten compulsión sexual o adicción al sexo. Por supuesto, también se consideran lujuriosos a los violadores, a los adúlteros y... a nosotros.
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5 - PerezaDigamos que este pecadito es bastante grave porque está relacionado con la incapacidad de aceptar o hacerse cargo de la existencia de uno mismo. Y si no entendieron bien, nada, no me pidan más explicaciones, porque la verdad es que de sólo pensar hablar de esto me viene una pereza tremenda. La palabrita argentina para este pecado es el perfecto vocablo "fiaca", casi intraducible, pero clarísimo al momento de expresar lo que se siente cuando uno tiene fiaca (¡?). Los que sucumben a la fiac..., perdón, a la pereza, lo hacen de la mano de un demonio muy remolón llamado Belgefor (¡qué buen nombre para una marca de colchones!). Y por supuesto, los virtuosos que nunca tienen fiaca se denominan "diligentes". Vaya!, quién pudiera serlo.
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6 - EnvidiaEl envidioso desea aquello que otro posee a manos llenas, aquello que él no tiene o piensa que nunca podrá obtener, pero claro, hasta acá no sería un pecado muy importante si no fuera porque ese deseo, insaciable como la codicia, conduce a anhelar el mal al prójimo y a sentir placer con la desdicha ajena. Tanto cuando somos envidiosos o bien cuando somos envidiados, el malestar es insostenible, y se comprende muy bien que por este pecado nos enterremos solitos en las cámaras más subterráneas del averno. Allí, podremos encontrarnos con su demonio padrino: Leviatán. Aquellos que no sucumban a este horrendo pecado, serán llamados "caritativos". Mirá vos.
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7 - Ira (cólera)Odio y enojo totalmente descontrolado y caótico. Todo lo contrario a la paciencia. Dejamos de ser "pacientes" cuando caemos en las manos de Amón, que es el intolerante demonio que apadrina este pecado. Si dijimos que hay un pecado para cada día de la semana, es muy comprensible que éste seguramente pertenezca al domingo, pues nadie queda fuera del alcance de la ira provocada por el inevitable lunes. O no?
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8 - ¡RASURARSE!Pecado imperdonable si los hay. Costumbre horrenda y espantosa consistente en pasar la navaja cual Atila por las partes más peludas del hombre (pecho, axilas, brazos, piernas, pubis, bolas, culo, etc.) ultrajando así la bella y armónica naturaleza de la adulta anatomía masculina. El demonio que la inspira es el denominado Fashion, también encargado de esparcir otros males, como los tatuajes, piercings, musculatura artificial ridículamente desproporcionada, y otras estupideces de moda. El castigo final para los pecadores que comenten el atroz vicio de rasurar sus propios pelos o los ajenos, se acredita al dar el último y condenatorio paso conocido como "depilación definitiva". De eso no hay retorno posible. Las almas de estos miserables nadarán por toda la eternidad en un lago de espuma Gillette repleto de hojitas de afeitar (no, Dante no sentenció esto último).He aquí las pruebas del delito. Cuidado, las imágenes son fuertes.
Fin
Deepsouth:
ResponderEliminarCómo que VELLOHOMO ANNO IV..????
ANNO VI !!!!!!
Sí, hijo, que el mes pasado cumplimos 5 años y ya estamos transitando el 6º. Así es, unos añitos más y a la criaturita le saldrán los primeros pelitos...
Lujuria
ResponderEliminarFranquito, ahora si que me ha dejado estupefacto este post tuyo que peca de soberbio (jajaja).
¿Porqué lo digo? Pues no esta usted para leerlo ni yo para escribirlo, pero precisamente el día de hoy estaba revisando los nombres de los ángeles malvados de los pecados, y en particular el de la lujuria.
Es usted un brujo...que me ha hecho recaer en ese influjo sabroso y agotador que da un éxtasis casi místico. Y le digo que estaba revisando el nombre porque todo el domingo y la madrugada del lunes tuve un maratón sexual agotador, en la casa cerrada a cal y canto y sólo con breves interrupciones para deleitarnos del exquisito placer de la comida. Ahí si que no nos excedimos....
Y fue tanta la adicción, que el lunes llegó con su madrugada y sólo el timbre del cel me despertó al recordarme el instructor de la cita obligada. Llegué como fantasma dando pena ajena, y con los ojos sombreados como palmeras, todos borrachos de sol.
Y pues el efecto se sintió todo el día, en que Morfeo me rodeó amorosamente con sus brazos pero yo ni lo pelé (no le hice caso) y el cansancio doble me venció todo el santo día.
Y para colmo hoy vi de nuevo la película Shame en la tele, cuyo tema es la adicción al sexo de un treintañero. Y ahora tu post....sin duda voy a tener que hacer mucho ooooommmmmmm estos días y serenarme. Jajaja
De la galería me gusto la imagen del padrecito y la del fulano que está en el autobús. Quién no lo ha hecho en un autobús, no sabe lo que se ha perdido...la adrenalina generada por el miedo a que te cachen es afrodisíaca.
Por último, sobre el cuentito del mes, te digo que te has equivocado hombre. El que pidió la continuación de la historia del suegro Octavio fue el Turco (aunque yo con gusto firmo su petición), pero veo un tanto difícil que vuelvas a esas épicas épocas en que escribías con pasión, todo tiene un momento.
No, mis innumerables porfis fueron solicitando un añejo relato que ya después en privado te lo describo para que consideres com-placerme y saldes tu deuda este fin de mes. ;-/
Besos dormilones
Ps. Ya ves Deep porque no contesté tu pregunta sobre el "derecho". Pero ahora lo hago.
Para Don Profundo,
ResponderEliminarUn derecho es como un stra8, lea estas indicaciones y adivine de lo que hablo.
Para echarte (a) un derecho primero...
1. Le lames el cuello.
2. Le echas sal (en el cuello).
3. Le chupas el cuello.
4. Te lo tomas y lo sorbes, sin hacer gestos
5. Y le quitas el limón de la boca.
¿Nos echamos (a) un strai8?
VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI
ResponderEliminarHablando de pecados y virtudes:
Franquito, no te dejes llevar por la ira . Atribuye mi error a mi déficit atencional (otro pecado casi capital).
Don Pepe, vamos ya por ese derechito!!!! (La impaciencia será pecado también?). Siento una envidia sana (seguramente Virgilio diría que la envidia es envidia y punto) por sus maratones sexuales. Espero pronto empezar a entrenar yo también.
Abrazos a todos
VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarFranco, buenísimo como siempre.
Sobre este tema tengo una anécdota que trajo a mi memoria tu post: de muy chiquitín creo haber puesto en un aprieto a un instructor de catecismo, cuando hablaba de pecados, nombrando algunos que yo, ni ninguno de mis compañeritos entendíamos... el caso que pedimos que aclare, y el tipo dió tantas vueltas, oscureció tanto la cosa, que todos empezamos a investigar por nuestra cuenta... y sacamos sabrosas conclusiones...obviamente en las antípodas del objetivo del instructor en cuestión... y ahora pienso si no fue ese el disparador que hizo que muchas dudas que tenía (o teníamos) internamente, cada uno, pasaran a ser discutidas, ampliadas, (y muy distorsionadas), en el grupo de compañeritos.
Punto y aparte.
Les dejo un link a una peli cortita de Colby Keller, lamentablemente acompañado por un chico que no está a su altura...
http://www.cockyboys.com/galleries/colby-keller-pierre-fitch/?nats=MzAwMDE4MS4yNC4xLjEuMC43MDAxNzk5LjAuMC4w
les gustó?
Un abrazo!!!
Don Pepe,
ResponderEliminarNos es que sea brujo, sino que de un tiempo a esta parte a veces parece que tenemos -como más o menos me dijo Deepsouth- como un hilo conectado onda Avatar que hace que pensemos en las mismas cosas y temáticas.
No lo cree así?
Así que usted también lo hizo en un autobus???? a mí me pasó en un viaje nocturno Mar del Plata - BUenos Aires... coche semi vacío, y un rubito que viajaba adelante mío que.... bueno, terminamos los dos atrás ... en fin... es largo de contar... pero fue una de las experiencias más excitantes que recuerde. Sí, lo recomiendo también, ampliamente.
Mándeme nomás su pedido. Yo pensé que entre el Turco y Ud. se habían aliado para hacerme escribir la continuación de las andanzas de Don Octavio, no sé, me habrá parecido. Espero su cartita, ansioso, aunque, más o menos me imagino lo que me va a pedir...
Seba,
Ay, ay, ay... esos catequistas. A quién no le pasó ponerlos en aprietos cuando uno les preguntaba "¿pero qué es fornicar?". La cosa es que para cuando yo tomé la primera comunión (y última, je), ya el "no fornicarás", se había aligerado en "no cometerás actos impuros" (what?!?!?), o sea nada, nadie entendía muy bien qué significaba eso que nadie te explicaba, pero tampoco a ninguno le picaba la curiosidad de preguntar a qué coño se referían con eso de los actos impuros. Y para colmo, yo tuve de catequistas a unas monjitas que vivían en su beatífico mundo, totalmente inimputables.
Gracias por el videíto, a nuestro amiguito chileno le va a encantar. También...!... qué buenazo está este Colby... y sí... el chiquitín ese no tiene su altura... debe ser por eso que le pega y lo trata tan mal...
Deep,
ResponderEliminarsí, entendí, entendí... pero cómo pensás que me voy a enojar...? no es ira lo que siento por ti, sino otro pecadito... mmmmm,
eso sí, para las bodas de plata, estate más atento... je.