¡Bienvenidos a este nuevo megapost especial de Navidad y Año Nuevo! Salud! Chin-Chin! Santé! Cheers! Salute! Prost! Saúde! Salut y força al canut! Skool! Le-jaim! En 2009 Spencer Tunick reunió a 700 voluntarios del sur de Borgoña, Francia, para protestar contra el calentamiento global. En este caso, que el peligro del impacto del cambio climático afecte la producción de los viñedos. Un velludo reportero, también desnudo, cubrió el evento en una nota. UFFF! Adrian Paul Alonzo Hanagan (Lon of New York): Untitled, 1940s Anna Magnani con Bette Davis, cuando la conociera en Nueva York en 1953, por la premiere americana de 'Bellissima' de Luchino Visconti. El magnífico Anthony Varrecchia. Antoine Bourdelle (1861-1929) Camioneta del Correo, 1910. Ciudad de Buenos Aires. Año 1930. Isla Martín García, Provincia de Buenos. Escena de presos bañándose en el Río de la Plata Ph. Esa Kapila Cúpulas de Buenos Aires, c.1934: Las nuevas edificaciones hacia el sur en la intersección de la avenid...
Hola!!!que buen post!! fotos como la 1, la 6, y otras similares, en que la fronda asoma por encima de la prenda!! como ayudan los anteojos oscuros, en la playa, para disimular nuestras miradas cuando se presentan estos casos!!! y si el sujeto es alguien ubicado cerca, no de paso, ja!!! como lo seguimos con la vista esperando que la malla baje un cm más!!! .... que razón tiene el que dijo que ejerce mas fuerza un vello púbico que un cable de un puente colgante!!!!
ResponderEliminarSí, la verdad que las fotos 1 (de veracidad dudosa) y la 6, son un DERROCHE de testosterona, literalmente hablando, bien a lo bruto, a lo macho, diría yo. Me encantan ese tipo de imágenes, cuando la prenda (la que sea), no da abasto para contener tanta hombría que se desparrama en todas direcciones. Ah!
ResponderEliminarAsí que "el viejo truco de los anteojos oscuros". Yo de jovencito usaba siempre unos espejados, de esos que es imposible ver para donde apuntan los ojos. Mientras la cabeza sigue incólume hacia adelante, las pupilas, torcidas al máximo, van hacia el objeto de nuestro deseo, hacia otra dirección. Qué habilidades que se desarrollaban, no?
Ahora ya me importa todo un bledo, y miro todo mucho más descaradamente que antes, porque, eso sí, si es por mirón, con los años me he perfeccionado.
Bueno. Los días todavía están cálidos (¿cómo está a orillas del Paraná?) así que podemos usar estos trajecitos tan bonitos.