Para dormir en paz
No temo el
arraigo de la soledad
en el
derrumbadero de las tardes,
ni el
desvalimiento de la cólera
que destruye
a traición nuestra esperanza,
ni el agudo
entrechocar de la erosión
en la
conciencia alerta de mis huesos,
sino tu
eterna ausencia repentina,
más grave y
más amarga que la muerte.
(Para dormir en paz, de Alfredo Buxán)
Gracias, Franco, por hacerme descubrir a Alfredo Buxan!!!!
ResponderEliminarHa sido un placer
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