El último de 2017
Las últimas horas de un año que termina, siempre son propicias para reflexiones, balances, proyecciones futuras, y para pensar sobre todo aquello que gravita nuestra vida, principalmente los afectos, nuestros amores, los más importantes o los más alejados. Tendría mucho para decir y hablar, pero es tanto, que todo finalmente me abruma y me deja sin aliento. Es tiempo, creo, de reafirmar nuestra esperanza. Lo digo en un sentido muy amplio. Pero tal como va el mundo, ¿todavía nos queda algo de esa esperanza? ¿es algo ingenuo de mi parte hacer esta pregunta?. Me he convertido en un hombre que prácticamente no lee los diarios con el sólo objetivo de no hacerme mala sangre por las noticias que me dejan tan perplejo, indignado, triste o impotente. Como lo he dicho en otras ocasiones (generalmente para estas fechas), no soy un tipo pesimista -sino realista-, y vivo siempre con esperanzas y expectativas el día a día. ¿Qué dicen ustedes? ¿tenemos esperanza todavía? ¿aprenderemos de una vez por...