Atracción intensa
En materia de vello púbico podríamos hablar por horas. Hoy armé una galería especial en ese sentido. Cuando yo era adolescente y uno de mis lugares sagrados era el vestuario de hombres del club donde iba a hacer natación, un día, sentado en mi banca e intentando vestirme torpemente mientras mis ojos iban y venían sobre el paisaje irresistible de decenas de machos en pelotas, quedé boquiabierto cuando, saliendo de las duchas, ví a uno de los instructores completamente desnudo. Y lo que ví me brindó uno de los materiales de pajas más entrañables que hoy recuerde. El tipo era prácticamente lampiño. No tenía atisbos de vello en sus pienas, brazos, pecho ni abdomen. Desde temprana edad los hombres velludos venían pareciéndome los más hermosos, y tal vez por esa razón nunca me había fijado en ese instructor paseándose en speedo por el borde de la piscina. ¿Qué fue lo que me dejó sin aliento?, pues alrededor de una verga pendulante y bastante gorda, el pubis lucía una cantidad inusual de vell...




























































No deja de asombrar la "independencia" de este miembro, parte de nuestro cuerpo, que crece , decrece, se mueve, late, a su antojo. No siempre "obedece" a nuestro deseo para mantenerse erguido o para decrecer cuando lo deseamos. Siempre listo, pero con un dejo de capricho.
ResponderEliminarGracias por estos 60 cortos.
Fabrice
Esa "independencia" tal vez sea su aspecto más fascinante, tanto cuando la sentimos en el otro como en nosotros mismos. Hay personas que toda la vida considerarán a su pene como si se tratara de otra persona, un amigo con quien hablar (!) o bien como si fuera la personificación del diablo. Sin embargo, es también increíble como nuestro miembro forma una misma cosa con nuestro ser más íntimo.
ResponderEliminar