Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Esos pelos que parecen querer escapar de la camisa actuan como un iman sobre uno, abren puertas a la imaginación, que desea, anhela ver el resto de lo anunciado.
ResponderEliminarFabrice
un viejo dicho campero, con alguna reforma mía, dice: "Un pelo púbico tira mas fuerte que un obenque".. (obenque es el cable de un puente colgante, o la gruesa cuerda que se usa para amarra un buque en puerto)... je.. el orginal decía ün "pelo e'concha", pero en esta época de igualdad de género creo mas atinada mi versión!!!
ResponderEliminar..y otra cosa, amigo Fabrice, en su comparación al imán, algo deberia atenderse, el imán atrae al opuesto... y no es este el caso!!!!
Buenas fotos, Maese Franco.. su provisión es inagotable!!!!