Sin plumas

Con la masculinidad al palo, despojados de toda sutileza, allí están, también candidatos a ser adorados aunque difícilmente parezcan adorables. Feos (si bien víctimas de la frase "son como el oso, cuanto más feos más hermosos), olorosos, y bañados en un sudor que mueve íntimos y misteriosos hilos de deseo, no son velludos sino "peludos". Con unos pelos que alcanzan sin problemas a cubrir generosamente su grosera humanidad. No sonríen, eso sería una señal de debilidad social, sin embargo mal que les pese, su parquedad les otorga una irresistible atracción, después de un tiempo, claro, cuando algo inevitable hace que ya no podamos dejar de mirarlos.

s



































































Comentarios

  1. Paso.... es como si me mirara yo en el espejo....

    ResponderEliminar
  2. Seba es demasiado autocrítico, como la mayoria de los hombres pasada la juventud que todo embellece.
    En cuanto a los hombres de la galeria aplicaría lo que dicen los italianos: "Troppo è troppo".
    Fabrice

    ResponderEliminar
  3. Seba, Fabrice,
    no se inquieten, que tío Franco siempre los va a llenar de "delikatessen".
    De todos modos, los contrastes estéticos enriquecen siempre la apreciación de las cosas más exquisitas. (Si no se entiende, lo siento, hoy no estoy muy iluminado para explicar nada...)

    ResponderEliminar
  4. En sus "grosera apariciones o quizas fisicos" son sin embargo muy viriles y bajo el objetivo de Vellohomo muy velludos.

    ResponderEliminar
  5. Vaya tela!!!
    Me ponen mogollón! Casi todos!

    ResponderEliminar
  6. Tony,
    Viriles y velludos? entonces tienen que estar en VH

    Ramoncaravaca,
    Me encanta la palabra "mogollón", hacía rato que nadie la decía por aquí!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Hora de compartir una birra con un heterosexual

Miscelánea gráfica #120