Mr. Vellohomo del mes
Con 6 votos, sobre un total de 21 emitidos, ha resultado ganador el "Guacho seductor":
- - - - - MR. VELLOHOMO DEL MES OCTUBRE - - - - -
Ganó sin necesidad de mostrar demasiado.
Eso sí, su gran mérito es esa sonrisa prometedora.
(para quienes quieran saber acerca del significado de la palabra "guacho",
remitirse a los comentarios del post del día 27/10)
Como ya han pasado las 12 y ya estamos en martes, antes de irme a la cama, escribo brevemente aquí sobre los comentarios que acabo de leer.
ResponderEliminarManu, mi querido Manu... ahora que leí tus palabras, me quedo tranquilo sabiendo que el clip te gustó. (me has hecho sonrojar otra vezzzzzzz!)
Estrellita tenía que ser, ¿verdad?. Yo creo que de ahora en más, jamás podre volver a escuchar la canción de Ponce sin pensar en nuestro encuentro mexicano. Forma parte de un hermoso episodio vivido allá que nunca se hará olvido.
¡Querido Don Pepe!, ya estaba por mandar a Ortolani a buscarlo!!!!!.... que usted no tiene una idea de lo que lo he extrañado.
Gracias por tu exquisito comentario y por la semblanza del maestro Ponce y su Estrellita, la cual me da otra visión sobre esta canción a la que tenía, como el común de la gente, por una canción de amor. Pero, si en verdad es añoranza lo que destila su espíritu... ¡la música de este clip no podría haber sido mejor escogida!
Conrado,
Ya sabés, cuando quieras venir por aquí, serás más que bien acogido...!
(por lo pronto aquí las cosas se están poniendo difíciles para viajar para allá)
Gracias por tus palabras!
Cambiando de tema:
Nos acercamos a los 200 seguidores poco a poco... cuando lleguemos... ¿lo festejamos con un jueguito interactivo estilo VH?
De premio: mmmmm... no sé... con esta crisis...
Plenilunio
ResponderEliminarNoche con la luna llena de octubre, tan sugestiva, tan cercana, tan cachondamente hermosa. Ya es casi medianoche y toda la casa ha quedado dormida y en silencio. Me levanto descalzo y siento el frío de las baldosas que con un escalofrío enchina mi piel. Me he quitado la camiseta y el calzoncillo y me he puesto la yukata, la bata de baño japonesa liviana y cómoda y las chanclas. Sigilosamente salgo de la casa de altos techos y vigas de madera. Miro hacia el jardín a través de uno de los balcones, las grandes matas de guanábana, chicozapote y grosella proyectan grandes sombras sobre el sendero de la finca.
Sigiloso voy en esta noche de luna llena, al jardín de la casa y solitario me sumerjo en la penumbra de los árboles para ir soltando poco a poco las amarras que me atan a la pudorosa sociedad. Salgo a la terraza, y mi olfato es bombardeado por una intoxicante mezcla de jazmines, huele de noche y catleyas. La humedad y una agradable temperatura me animan a echarme en la tumbona, abriendo las piernas a ambos lados. Mi bata se abre y un cálido viento sopla sobre mi sexo y cual si fuera una mano invisible lo acaricia. La calidez de la brisa llega hasta mis nalgas refrescando deliciosamente. Bajo mi mano y recojo el olor de mi ingle, aspiro profundamente. Me encanta mi olor a sudor aderezado con el olor de mis pelotas y el rudo perfume de mi balano.
Cierro los ojos y siento la luz intensa de la luna sobre mis párpados, aspiro lenta y profundamente ese aire limpio que recorre mis pulmones. Es preciso celebrar este otoño, de recolección de frutos, llenar el alma de fe en estos días de luna, olvidar lo más pronto posible las tardes grises y las noches de soledad.
Me siento libre, siento orgullo de mi cuerpo y me siento en equilibrio con lo que me rodea. Me levanto y dejo caer la yukata. Siento la presencia de una fuerza poderosa, un impulso misterioso, intenso, sagrado e implacable. Mi falo empieza inexplicablemente a hincharse, como apuntando hacia la luna. Camino como felino esquivando las grandes ramas de los húmedos helechos machos, agudizo mi olfato y corro y salto esquivando troncos como gacela, transpiro de manera abundante y percibo los influjos de mis fluidos corporales que empiezan a subir cual marea. Es una sensación exquisita de placer mientras camino a veces agachado y otras erguido. Poco a poco me siento alineado cual Helios con la luna que iluminada me ilumina.
Siento tu presencia, estás cerca. Respiro hondo sintiendo el aire puro y húmedo de la selva mientras mis pasos me guían a tu encuentro. Miro hacia el cielo completamente despejado y aún con miedo, continúo con la decisión de verte, a pesar de ser atormentado por mis demonios en cada paso del camino.
Camino en dirección a ti y nos encontramos cerca de la hoguera encendida en un relicto de selva que posee la enorme propiedad. El claro natural está iluminado ahora por la luna y formando un círculo se encuentran otros hombres que esperan ya desnudos como yo y tú con el falo enhiesto y dispuesto.
ResponderEliminarEntramos al círculo, diez hombres viriles nos acompañan. Una mirada mía los contempla brevemente. Barbados y velludos unos, con rasgos recios y toscos y lampiños otros, con cabellera corta o larga de tonos pelirrojos, rubios, castaños y negros, en una combinación exquisita en cuerpos blancos, morenos y negros. Hombres con aspecto de leñadores se mezclan con directivos de modernas empresas. Todos ellos con cuerpos masculinos, en donde la reciedumbre del músculo se denota perfectamente esculpida en brazos, piernas, pechos y piernas.
Miro a sus entrepiernas y mi falo empieza a latir con más vehemencia. Tupidos matorrales que crecen salvajes y densos como la selva que nos rodea, cubren sus entrepiernas y sirven de nido a espectaculares vergas y todas henchidas y balanceadas con arrogantes huevos. Nalgas masculinas, musculosas, llenas y redondas como la luna.
Tú te has quedado mirándome y con una sonrisa paladeas mi goce visual, mientras la luna se posiciona al centro del claro. Son las doce de la noche y el rito de sincronización de energías ha iniciado. Nuestras vergas se tocan, y se unen por la punta donde lubrican un espeso, blanco y viscoso líquido que actúa como pegamento. Nuestros fluidos se empiezan a compartir y nuestras respiraciones se vuelven más hondas y profundas, rodeada de una calma estática. La luz ilumina con un haz de luz intenso a los doce hombres. La sincronización es perfecta y la energía lunar nos llena.
Después de un tiempo que parece eterno, los diez hombres que nos rodean de cerca empiezan a masturbar sus bien proporcionados, gordas y duras vergas. Nuestras respiraciones aumentan con un frenesí loco y rompen la calma de la noche. Los dos seguimos de pies y unidos por nuestras vergas que continúan con el intercambio, nuestras piernas empiezan a flaquear y en ese instante nos vemos bañados por ríos de lava blanca y ardiente que como latigazos enrojecen nuestras pieles. Los bongoes y los tambores de candombe repican a un ritmo más intenso, hasta que de súbito paran. El intercambio de semen ha sido intenso entre nosotros y debilitados caemos de rodillas al piso. Nos tomamos de los hombros para no caernos y nos damos un profundo beso, que humedece nuestras bocas sedientas. Nos miramos y sonreímos felices.
-Llevamos el mismo camino
ResponderEliminar- Yo asiento con la cabeza.
-Entonces vamos a seguirlo juntos
-Pero tú no me amas
-Sí te amo, pero aún no conozco mi amor por ti, pero te amo. Tú eres mi Otra Parte
- No, prosigue que alguien te espera,
- Me quedo contigo
- Tendí una mano y le entregué una flor
- Cuando nos conocimos, y parece que yo siempre te conocí, porque no consigo recordar cómo giraba el mundo antes, te mostré la Noche Negra. Quería ver como enfrentabas tus propios límites. Ya sabía que estaba delante de mi Otra Parte y esta Otra Parte iba a enseñarme todo lo que yo necesitaba aprender.
- Tomaste la flor entre tus callosas y velludas manos, y sonreíste cabizbajo.
- Te regalo esta flor, porque en las flores está el verdadero sentido del Amor. Si intentas poseer una flor, verás marchitarse su belleza. Pero si te limitas a mirarla, tu mirada permanecerá para siempre con ella, porque con ella se combina esta tarde, la humedad de la selva, el canto de los pájaros, el fluir del río, tu mirada y nuestra unión de hace un momento.
- Cuando llegaste entendí que nunca serás mío y por eso te tendré siempre. Tú fuiste la esperanza de mis días desiertos, la angustia de mis momentos de duda y la certeza en mis instantes de fe.
- No conseguías reprimir las lágrimas, que resbalaban por tu coloradas mejillas y humedecían tu espesa barba.
- Llegaste para liberarme de la jaula que yo mismo me había creado, para decirme que estaba abierta y que estaba libre para incorporarme al mundo. Te amo y por ti me acordaré siempre de que el amor es libertad. Esa fue la lección que tardé muchos años en aprender.
Me diste un beso y te marchaste. Yo sólo esperé hasta que las sombras de la selva desvanecieran tu deliciosa silueta.
¡Caramba, con este Don Pepe!
ResponderEliminarNo, así no, salió muy de tacos y plumas!!
Mejor: ¡¡CARAJO!! con este Don PEPE!!!
Y no sigo porque debo salir. Pero vuelvo!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminary volví!!!
ResponderEliminarY releo...y releo...
Llegaste para liberarme de la jaula que yo mismo me había creado, para decirme que estaba abierta y que estaba libre para incorporarme al mundo. Te amo y por ti me acordaré siempre de que el amor es libertad. Esa fue la lección que tardé muchos años en aprender.
expresión que yo no soy capaz de escribir, pero que no puede describir mejor mi sentimiemto hacia este café.
Gracias Don Querido Pepe!!!
Franco, te ha salido un serio competidor en el campo de las letras, aunque competidor no es la palabra adecuada, como no corresponde tampoco cuando cantan a dúo Domingo y Carreras, o una pareja juega un doble en tennis, o cuando se ejecuta el piano a cuatro manos!!!
En esta moda de concursos, etc etc...les propongo un ejercicio: un cuento escrito por Uds dos, sin acordar primeramente el argumento;
Uno escribe un primer párrafo, digamos 10 líneas, y luego sigue el otro y así hasta terminarlo en 20 a 25 párrafos!! hasta podría agregarse un participante más, (proveniente del Asia Menor)!!! Eso sí, deberán preocuparse para que el relato muestre una cierta unidad!!!
Fdo: un hinchapelotas
Un abrazo!!!
PD. Se dieron cuenta que Don Pepe pensó en todos al hacernos participar del cuento, reuniéndonos en el claro del bosque durante el plenilunio. Yo me dí cuenta cuando hizo referencia a nuestras "bien proporcionados, gordas y duras vergas."
Sebas, tan querido
ResponderEliminarGracias por tus cálidas palabras, tu forma de expresarte tiene un no sé que de ternura que me hace sonreir.
Me alegro que te haya gustado, quería escribir algo sobre esta luna de octubre que no paré hasta terminarlo. Sabe bien descargar las palabras pues escribir es el símil a un orgasmo y para hacerlo memorable hay que hacerlo con cariño. Aunque me comí dos párrafos en el corte y pega. Bueno, así salió impreso.
Yo, como tú me siento bien aquí y aunque no podré venir tan seguido a visitarlos me es reconfortante saber que la vida aquí sigue.
Yo he llegado aquí, al igual que otros amigos, siguiendo el rastro de letras que ha dejado este gran amigo F.
Vengo a tomar el café que agito con una coleta de pincel de vellos de hombres para leer la deliciosa personalidad de cada uno de nosotros en la manera de contar las cosas del hombre que gustan a otro hombre.
Por otro lado, sería interesante hacer ese ejercicio que dices; yo alguna vez lo hice en el chat de todo relatos. Si te contara...jajaja
Aunque F., hoy ya haya parado de tejer sus historias,y lo ha hecho creo yo para ayudar a hilvanar las historias de otros, los nosotros, que no por virtuales dejamos de ser hombres reales de carne y hueso que saben que hay muchos hombres que piensan y aman como ellos, y que necesitan espacios como estos para reunirse y darse caricias en el alma y un buen apretón en la nalga. Jejeje
Don Franco,
Que gusto da regresar a casa y encontrarse con dos palabras que reconfortan siempre: querido y extrañado. Gracias.
Si sabes leer al viento cuando sopla suave, calmo y acariciante, sabrás, sabrás...bueno... sólo escúchalo.
Don Pepe,
ResponderEliminarPoco puedo agregar de lo que dijera Seba en su comentario.
Pero te diré que tu relato me pareció sublime. La impronta de publicarlo aquí y compartirlo en el café, honra este sitio, y lo hace aún más querible y necesario. Sí, tu pluma contribuye a que nuestra tertulia siga siendo nuestro punto de encuentro tan especial.
Y de tu historia diré que tiene los 4 complementos que en mi humilde opinión debe tener todo relato:
-Calidad literaria.
-Una historia que motiva e interesa a seguir leyendo hasta el final.
-Erotismo.
-Ternura.
El quinto complemento, que sería casi fundamental para mí, no es obligatorio, pero vos echás mano de él de una manera muy sensual: LOS VELLOS. Y claro... en este blog: más que bienvenido.
Gracias por tu entrega.
Y espero que haya más.
Y como le dije a otro tertuliano muy talentoso en las artes plásticas al proponerle que hiciera una colaboración especial, este administrador estaría muy contento de contar con una historia tuya para "el cuentito de fin de mes".
Sería un honor.
(y gracias por el viento)
Seba,
Creo que mi etapa de escritor erótico ha quedado atrás. Por lo menos en este presente, no sé si mi retiro de las letras (uf!, eso suena demasiado importante y pretencioso!) se revertirá en un futuro. Pero por ahora prefiero dejar descansar la pluma.
Sinceramente, ahora que digo esto, tal vez estas razones sean la excusa elegante para no decir que en realidad no tengo nada de tiempo para hacerlo. Pero no, también es una cuestión de motivación interna.
Cuando escribía relatos eróticos, también atravesaba por una época en la que me gustaba mucho erotizarme a través de la lectura.
Eso tiene que ver con mis primeros descubrimientos -en mi adolescencia- del arte del onanismo a través de la lectura. En pocas palabras: ¡encontré los libros pornográficos de mi papá, jajajaja!, y sí... entre algunos libros de dudoso valor literario, también se encontraban el célebre Lawrence y su "Mellors", Fanny Hill (AH!!!!!, qué placer!), algunos títulos del Marqués de Sade, el Decamerón, etc. etc. ...
Consumí ávida y adictivamente esos libros. (¡Y ellos me consumían a mí! ¡qué manera de pajearme!)
Con el advenimiento de internet, retomé mis hábitos de juventud y era un empedernido visitante -entre otros sitios- de Todorelatos, incluso teniendo allí mis autores preferidos, etc.
Me animé entonces a escribir, y fui el primer sorprendido en descubrir que mucho de lo que escribía gustaba y era leído. Pero... debo confesar que el primero en disfrutar de eso, era yo mismo.
Pero, como todo, creo que los ciclos nacen, se abren, y también se cierran. Creo que hoy sería incapaz de crear algo interesante, es decir, que me interese a mí mismo; que es el primer paso para interesar a otros.
Y te agradezco mucho la idea, pero no creo estar hoy a la altura de poder llevarla a la realidad.
De todos modos... qué alegría tan profunda siento cuando me entero -como en el caso que el mismo Don Pepe cuenta, o el de Manu, por ejemplo- que mis relatos, esas torpes manifestaciones de algunos de mis sentires y varias fantasías, han dejado semillitas que poco a poco fueron disponiendo un caminito que permitió hoy conocernos y reunirnos aquí. ¿no es maravilloso? ¿quién iba a pensarlo?