Punto sensible










































Este post va dedicado a un gran amigo en el día de su cumpleaños. ¡Felicidades!

Comentarios

  1. http://www.google.com.ar/imgres?q=hairy+chest&start=344&um=1&hl=es&sa=N&biw=1067&bih=501&tbm=isch&tbnid=aq9Bfn7FfigqPM:&imgrefurl=http://www.nerdnirvana.org/tag/chest/&docid=-JRdmiIbcN_2yM&imgurl=http://nerdnirvana.org/wp-content/uploads/2009/12/hairy-chest-overlay.jpg&w=374&h=558&ei=lL1vUMq-LYqS9gS09YDYBg&zoom=1&iact=hc&vpx=564&vpy=88&dur=940&hovh=274&hovw=184&tx=86&ty=146&sig=100155636186157011954&page=20&tbnh=138&tbnw=92&ndsp=18&ved=1t:429,r:15,s:344,i:227

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  2. Le haz dado justo a mi punto débil.....
    ¡Las tetillas!

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  3. Buenos días a todos,
    No se si será porque vengo de una semana aciaga o porque, por razones socioculturales, fui criado a biberón, pero ver el post de hoy -como siempre que vislumbro pezones- sencillamente, me reconforta.
    Hay un dicho español que reza: “del cerdo se aprovecha hasta sus andares”; pues bien, lo mismo pienso del cuerpo humano. Soy de los que, literalmente, disfruta arrancando placer de todas y cada una de las células que conforman tanto mi anatomía como –y aún más si cabe- de las de la persona que me deje usufructuar su morfología.
    No dejo rincón por observar, detectar, explorar y, sobre todo, explorar y delectar; pero, y sin negar, repito, jamás, la búsqueda del placer en toda la extensión del cuerpo ajeno, reconozco que los pezones, quizás por esa carencia de lactancia animal de mi infancia, me magnetizan, me atrapan y me vuelco en ellos con absoluto frenesí.
    Por eso, siempre que veo porno, me produce cierta frustración comprobar como, las más de las veces, los protagonistas pasan por los pectorales en general y por los pezones en particular de un modo funcionarial; a modo de mero trámite, casi a hurtadillas. En pocas, pero muy pocas películas se puede observar esa ecuación de observación, detección, exploración, explotación y delectación que antes cité pues suelen ser menospreciados.
    En suma: que para ellos no hay detenimiento, trato y tacto.

    Y ya que dicen que el cine es más grande que la vida real, pues resulta que sí, que en la real vida los pezones suelen ser –tras los pies- los grandes abandonados en el lance corporal.
    Pero, siendo una lástima, me resulta un reto: nada como tener a mi alcance a un individuo del que, per se, intuya que los pezones “no son lo suyo” o, incluso, que me manifieste que, mejor, los obvie en mis manipulaciones para que yo, todo contestatario, me obsesione y me afane en ellos. Sí: con fe apostólica, esa negación es, precisamente, la mecha que enciende mi apostolado, porque basta que me digan eso, que los pezones “no son lo suyo” para que yo me ofusque de manera febril hasta hacerlos míos y lograr que el individuo alcance la gloria de la fe del converso.

    Y lo mejor es, sin duda, cuando alcanzo el objetivo; cuando a ese otrora descreído, a ese agnóstico del pectoral, conseguí redimirlo; cuando logré que, por los pezones, el vencido toque el Cielo del Placer con las manos… porque entonces… entonces… abandono mi apostolado y me transmuto al satanismo… porque entonces… entonces… no hay nada mejor que darle –y darme- el gusto del sufrimiento con algo tan simple y, a la vez, excitante como mirarle sus botoncitos… dejando caer en ellos una gotita de humectante saliva…
    y hacerle esperar…

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  4. No, si era cuestión nomás de encontrar el "punto sensible" de mi tete como para despertarle su típica, y a la vez dormida y littlebreakiada VERBORRAGIA. Señores: ¡ha vuelto el comentario XL de Hairy4ever!
    Y justo sho vengo con prisa porque tengo que encontrarme con DOS personas muy importantes (después le cuento), pero pienso volver, porque el tema me fascina, me atrae, me electriza, me inquieta, me eriza, me erecta, me moja y me erotiza.
    Hermanito: te entiendo per-fec-ta-men-te.

    Nos vemos luego, pero... qué temón los pezones.

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  5. Franco, mirá si no es un temón el de los pezones, que le dedicaste 48 imágenes.

    Como dice anónimo mas arriba, los pezones son mi punto débil. Mis pezones y los pezones de los demás. Me gustan todos, en su variada gama. En lo posible que no sean muy pequeños. Los únicos que rechazo son los del tipo "punta de misil" como los del tío de la imágen 21. Eso no es un pezón, es un proyectil.

    Me encanta el rubiote, no muy velludo, de la imágen 21. Tiene unos pezones que coronan una exquisita anatomía, según mi gusto.

    Querido Hairy...cuántos agnósticos has convertido al credo de la tetofilia? Sos todo un sacerdote de nuestra religión. Tendrías la amabilidad de confesarme? Digo, para reafirmar mis creencias, jejeje...

    Ahh, algo mas? Quién podría ser el santo patrono del sagrado pezón? Podríamos nombrar uno y entronizarlo en el Cafe, que te parece Franco? Te imaginás qué ceremonia!!!

    Besos alli, en ambos, para todos.-

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  6. Mi tetilla derecha, el interruptor.

    ¡Ahhhhh! Mi deliciosa tetilla derecha es mi consentida, con ella platico muy quedito con el grito del silencio, cuando en un lento despertar un travieso dedo la saluda posándose en la cima de su pico.

    Al instante como si fuera el interruptor de mis placeres, se enciende la cadena de deliciosos impulsos eléctricos a la velocidad de la luz –en forma instantánea- estimulando a mi cerebro y uniendo en menos de un pestañeo todos mis centros de placer. Así, mi verga se despierta de un sobresalto (cómo diciendo ¡hey… que pasa aquí!), mi culo se aprieta instantáneamente, mi boca se humedece, los vellos se erizan y un cálido, suave y delicioso rubor asciende en oleadas desde mis pies hasta mi rostro, donde mis párpados cubren mis adormilados ojos, así apagados para disfrutar como un ciego de las deliciosas y dulcísimas sensaciones.

    Me quedo estático dejando pasar ese casi imperceptible temblor. Mi dedo se maneja con calma y como un experto explora cada milímetro de mi tetilla y de su aureola. Un primer gemido se me escapa y deseosa de escalar el placer, mi tetilla pide silenciosamente ser mamada. Intento alargar mi lengua, y hoy deseo tenerla tan larga como la de Kiss, para saborearla toda. Gimo por segunda vez, mi compañero se despierta, y sin decir nada su boca y su maravillosa lengua se unen cual ventosas a mi maravillosa tetilla derecha…

    Empieza a succionar como si fuera el más delicioso biberón; lame, succiona, humedece, y ya a punto de gemir por tercera vez el gemido se torna en brevísimo dolor al coincidir con un ligerísimo mordisqueo. Empiezo a apretar las piernas mi verga ya está lista…dura durísima, y en la espera… sólo atina a dar respingos y a babear de placear…casi suplica: sigue mamando a la tetilla…síguela mamando por favooooor.

    El culo sigue humedeciéndose…el calor en la entrepierna esta delicioso y una mano amiga se desliza a mi entrepierna y de manera instantánea la atenazo para no dejarla escapar… un dedo se dirige lentamente a mi orto…mi verga da otro cabezazo de placer …

    Los gemidos son ya continuos y a un mismo ritmo que los latidos del corazón, la intensidad aumenta pues el dedo ha llegado a su objetivo y es atenazado con fuerza…como no permitiéndole escape alguno…la verga está babeando por doquier…llorando de gusto.

    Mi tetilla derecha está endurecida al máximo parece una bala. Aprieto con ambas manos su cabeza contra ella, un rubor intenso recorre mi cuerpo, mi culo da un último apretón al dedo y mi verga estalla como manguera sin control.

    ¿Buenos días amor, dormiste bien….? Un beso es el inicio de mi respuesta.

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  7. Querido Don Hairy,

    Después de leerle, no me queda duda de que usted es el mejor terapista para reactivar mi tetilla izquierda, negada al placer.

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  8. De compras en el mercado de tetillas,

    Alguna vez ví una película erótica en la que los hombres estaban en un mercado de verduras para ser seleccionados por el comprador...y obviamente la mercancía que mejor se exhibía era la verga dormida de cada uno de eso bellos y muy variados ejemplares.

    Pues en este sábado de plaza, donde se han puesto en oferta las tetillas, que paladearé cual natillas, para disfrutar parsimoniosamente ahora que aún la tertulia no se amontona en el Café.

    Y mira que variedad ha traído Don Franco en el aparador de Vellohomo, desde varios close up hasta verdaderas y magníficas glándulas mamarias. Confieso que aunque éstas últimas no son mi predilección, en más de una ocasión he sentido curiosidad por apretarlas para que ver que se siente rodearla en tu mano y mamarla como bebé hambriento... glurp, glurp, glurp.

    Después de mucho andar, ver, tocar humedecer, lamer, chupar, succionar, mamar y suavemente morder -pues aquí no vale el... "si no compra no magulle"- me he decidido por el #22, de mirada subyugante bigote y barba densa y bien cuidada, vello pectoral corto y semitupido y una aureola con tetilla ya erecta...más que invitadora. Y bueno bajo las sábanas...la promesa de que si esto te gusta...aquello lo desgustarás hasta llenarte la boca.

    Pero el #38 de camisa vaquera de cuadros con un pecho acariciablemente velludo y un pezón tímido...le hace a uno querer imaginarse la cara del tipo. Y ya no sigo, sino me pareceré a mi queridísimo compadre Manu queriéndose llevar toda la ´mercancía o por lo menos elaborar el catálogo descriptivo. Jajajaaja

    Besos de tetilla con sabor a natilla

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  9. Queridos amigos: no existe ser vivo sano el cual, bien sea él en su conjunto, bien alguna de sus partes, esté negado al placer.
    Eso, de por sí, es algo positivo. Porque por muy difícil que pueda resultar la patología, en materia de gozo siempre hay remedio.
    En mi currículum puedo afirmar que, hace poco más de un año topé con el caso mastalgia –o mastodina- más alarmante que jamás conocí.
    El sujeto en cuestión sufría de una hipersensibilidad dolorosa extrema y traumática en sus pezones; tan inaudita y de tal calibre que el mero roce de su camisa le causaba tremendo y agónico dolor.
    Por cosas del destino, el doliente cayó en mis manos, con una actitud -lógico- totalmente refractaria al tema, hasta el punto de casi ni permitir que posase la mirada en sus aureolas. Sin duda, por mis antecedentes y parafilias, el sujeto y su patología eran todo un reto.
    Pues bien, a día de hoy, y tras las pertinentes dosis de paciencia y estimulación, puedo aseverar que esa persona agoniza… sí… pero de los alaridos de placer que da cuando no sólo se le rozan, sino cuando se le tiran, retuercen y mordisquean sus pezones; todo ello acompañado con unos más que gratificantes, sudorosos, salvajes y jadeantes
    “seguí, seguí… dale, daaaleee… no pares… seguí, seeeguííí…”

    Y esto me lleva a la Julieta de ayer: era lógico que la pobre se sintiese incómoda; el Romeo ése era un torpón del quince por no haberle estimulado bien el orto porque, volviendo al principio, nadie, en su todo o en alguna de sus partes, está negado al placer.

    Lo dicho: paciencia y estimulación, que todo llega…

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  10. ¡EmeKa!

    ¡Otro Santo Tetillero al cual rezarle! ¡Válgame que su panteón está creciendo enormemente! Pero me puedo imaginar que si para un argentino hay San Maradona o San Messi, pues puede existir todosanto que podamos imaginar.

    Habrá que preguntar al patrón de este Café, si puede ampliar el altar, pero no me imagino que oración puedan pedir para San Tetillero y a la imagen y semejanza de qué tetilla puedan fabricarlo...

    ¡Aaay estos griegos!

    Abrazo

    Ps. Querido San Tetillero, sé indulgente conmigo y hazme el milagro de que se acabe la frigidez de mi tetilla izquierda y goce tanto como con la derecha. No logro imaginarme el nivel del placer cercano al delirio y al éxtasis de los santos que pueda yo alcanzar, si ya con una tengo tal arrobamiento.

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  11. MMmmm mmmmm Doctor Hairytocaysanatetillas,

    Sus horarios de consulta, por favor...De sus honorarios, ni se preocupe con tal de equilibrar el goce de mi tetilla izquierda.

    Plisssss!

    Ps. San Tetillero, veo que la oración anterior ha empezado a dar resultado y me ha acercado al matasano de tetillas como por arte de magia. Oh San Arquímides, que esto sea el incio de mi ¡Eureka! he encontado a mi tetilla izquierda...por obra y gracia del Dr.Hairy4eversanatetillas.

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