Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Hoy la pijona 30 y 52
ResponderEliminarBueeenas.....snif...snif...snif...
ResponderEliminarMientras el anónimo se apropia de las pijonas 30 y 52, yo paso olfateando (y acariciando) las axilas de los 62 caballeros que Franco trajo hoy para nuestro deleite. Me quedo con el dueño de las axilas de la imágen 18, pues además de buenos sobacos, tiene un par de pezones de ensueño. Bueno, lo mio es mas el pezón que el sobaco. Sisi...ya sé...la manzana no es lo mismo que la pera, pero bueno, reconozco que las axilas no me atraen demasiado.
Besos.-