Sin señal de adiós



"Honda manera tenés de callar,
cantame así cuando te vas,
dejándome misterioso rumor
de manantial interior..."

Cuando alguien querido parte, el dolor de la ausencia suele compensarse con el calor que su alma dejó en la nuestra. Allí queda entonces atesorado, definitivamente inamovible, todo lo que nos ata a ese ser, tantas emociones vividas que vuelven como una eterna marea de sonoros rizos blancos, una y otra vez, a la playa de nuestros recuerdos más caros.
Pero si lamentamos una partida es porque existió un encuentro dichoso. A fin de cuentas eso es lo que perdura, y de esa felicidad pueden dar cuenta nuestros entrañables tertulianos Manu, Deepsouth y Don Pepe, que acaban de reunirse en la Riviera Maya. Una alegría inmensa me dejó ese encuentro, es hermoso cuando nuestro Café VH a veces deja sus lazos virtuales y se afirma con otros más reales. Y ellos lo saben. También saben de lejanías, del significado de la amistad, y de cuando las despedidas no revelan, bajo ningún punto de vista, señal alguna de adiós.
Para ellos va este pequeño y simple clip. Con todo mi cariño.


Comentarios

  1. Exquisito, sensacional, suculento, emotivo, sensual, formidable... faltan calificativos; pero si lo debiera resumir en una palabra sería sencillamente HERMOSO. ¿El viaje? Por supuesto. ¿El encuentro? También. ¿El video? ¡POR SUPUESTO! Y muy en especial... su creador.

    ¿Quién más puede regalarnosd tanta belleza en tan breve rango de segundos? Sólo el inconfundible Gaucho de Oro, nuestro supremo anfitrión Franco... extraordinario lector de almas. Quizás tu persona no estuvo presente esos días en la Riviera Maya, pero esta obra es una muestra de que tu alma y tu corazón sí estuvieron flotando par allá; al igual que la de todos y cada uno de ustedes, amigos tan queridos.

    ¡Larga vida a las alegrías que reparte a tutiplén nuestro Café VH!

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  2. Qué hermoso video Franco, una y mil gracias siempre. Me emocionan no solo las imágenes y la música, sino el cariño inmenso con que se nota que lo hiciste. Como ya se ha dicho, para nosotros tres este encuentro en la Riviera Maya no fue solo nuestro, sino de toda la tertulia, por el dulce modo que tuvieron de no estar físicamente, pero sí muy presentes en el recuerdo diario y en la nostalgia de querer saber pronto de todos y cada uno.

    Grandes abrazos

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  3. Erotismo, delicadeza y buen gusto.
    Un recreo para los sentidos

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  4. Sin señal de adiós, el tiempo, la costumbre y la memoria.

    Bella melodía y hermosos versos los de Maria Elena Walsh, cuyas canciones "La Cigarra"y "Serenata para la tierra de uno" me emocionaron profundamente cuando las oí interpretadas con la querida Mercedes, La Negra. Pero esta canción la desconocía y desde ya trato de memorizarla. Su letra hace patente, una vez más, la forma mágica que tiene el poeta, en este caso la poetisa, de transmitir los sentires del encuentro y la despedida de seres en los que hay afecto.

    La despedida de alguien que es querido, es hermosamente versada como el dulce y melancólico modo de no estar, permanecer y acompañar. Saber que no es necesario decir adiós porque simplemente no te vas porque te quedas amarrado al corazón del otro, como deliciosamente lo compartió Manu, es una forma preciosa de seguir disfrutando lo que dejaron las presencias en tu casa.

    De este bello regalo tuyo -para el encuentro de los tres amigos en la Riviera Maya-, me fascina la forma en que cuidas los detalles evitando que se cuele el diablo. Esa forma que tienes de acompañar la melodía y las palabras con las imágenes, me emociona. Las imágenes con tres amigos, el baño, el colorín, la despedida-espera, nos descubre y por ello me enternece aún más.

    Ver y escuchar ese ir y venir de las olas y saber al final que son de Pie de la Cuesta, hizo brincar mi corazón porque me hizo recordar los días infantiles cuando íbamos con mis padres a la bahía de Acapulco y al imponente mar abierto en Pie de la Cuesta. Volví a sentir el infantil miedo por las enormes olas pero también la placidez y risas por los clavados en la laguna de aguas dulces del mismo nombre. Gracias por ello, pues tu video fue la "Magdalena en el café".

    Ahora sé, con tu regalo, que también en las casas no hay señal adiós, pues se quedan las voces, las risas y los susurros que dejaron sus amorosos visitantes, tantas vivencias agolpadas en sólo unos días. Pero finalmente las casas como las cosas también pasan, y sólo quedan en en nuestros corazones, el cariño y el amor de los amigos y de los cálidos amantes que compartieron parte del camino con nosotros. Y después de ello volvemos a la rutina, a nuestras costumbres diarias y sólo nos queda el poder evocador de la memoria.

    Continúa...

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  5. Sin señal de adiós, el tiempo, la costumbre y la memoria. II

    Para mi estas vivencias virtuales y reales significan romper con la costumbre y no pierdo oportunidad de hacerlo, sin llegar a ese vivir la vida al límite que finalmente también puede volverse una costumbre. Beckett en un ensayo sobre Proust y su obra "En busca del tiempo perdido", dice que interrumpir la costumbre es una respuesta contra el tedio y el sufrimiento que provoca.

    La costumbre comenta Beckett, "consiste en el ajuste y reajuste perpetuos de nuestra sensibilidad natural a las condiciones de sus mundos....El sufrimiento supone la omisión de dicho deber, bien por negligencia bien por falta de eficacia, y el aburrimiento, su adecuado cumplimiento.... El sufrimiento es la condición principal de la experiencia artística... Y el aburrimiento el más tolerable de los males humanos.

    De modo que sí no existiese la costumbre, la vida debería parecer deliciosa a esas criaturas amenazadas en todo momento por la muerte -es decir, a todos los hombres- (Proust). Que manera genial de expresar la profundidad de esa idea. No lo se porque pero me da hasta cierto punto una tranquilidad mental entender la costumbre como lo expone Proust, sin duda da para muchas pláticas querido Franco.

    Y si escribo este comentario aquí en tu blog, es porque tengo mala memoria y necesito recordar lo que se ha guardado -y aquí citó nuevamente a Beckett- "en esa mazmorra remota e inaccesible de nuestro ser de la que la costumbre no posee la llave..."

    Sin duda esta canción y tu video serán el disparador de esos recuerdos, en ese hito que ya es este encuentro, como lo son otras melodías y canciones que evocan esos recuerdos en nuestras vidas.

    Gracias por ello, de corazón.

    Don Pepe


    Ps1. Tomando un pequeño trozo de la famosa canción infantil de María Elena Walsh, canto también.

    Me dijeron que en el Reino del Revés
    un gaucho es un Marqués
    y sus 268 franeleros son todos chimpancés
    que si miras bien, lo feito no les ves.

    Ps2. Te dejo este enlace con la bella Sonata de Vinteuil que se ejecuta en la película " En busca del tiempo perdido

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