Domingo vintage

Los muchachos de antes












































Comentarios

  1. Acabo de dejar un comentario, al filo de las doce, pero está visible en el post de ayer.
    Besos a todos.

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  2. Que contraste, el ver hombres "masculinos", que responden a la descripción de "hombres de pelo en pecho", en vez de los muñequitos con su cuerpo afeitado o depilado que vemos ahora !!
    Un domingo de lujo !

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  3. Leñador

    Con la camisa de cuadros desaboonada y sentado con las piernas completamente abiertas como cualquier hombre en actitud de macho, muestra con enorme desenfado su reposada hombría, este adorable gabacho.

    Mis ojos van de su rostro al leño que espera impaciente que mi ardiente el deseo se atreva a ir de la libidinosa mirada a una buena mamada.

    Don Pepe

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  4. El salvarelatos

    Pos si Franquito, mi querido compadre me envió el relato que también viene en episodios, cual telenovela vellohomesca. Pero, ¿qué crees? No lo leí.

    Decidí mmejor esperarme, si al cabo he esperado estos seis años de que le toque a Buenos Vecinos ser desempolvado, que son unas semanas más de espera mientras termina el Palacio de Aráoz. Especial por razones que te vontaré en privado.

    Me gustaría aderezar con fotografías a las escenas y personajes de ese relato que es muy especial para mí. Me recuerda en primer lugar esa época tan particular de todorelatos y también mi gusto por esos encuentros entre varones que huyen ee una pena y van sin querer queriendo en los brazos del amigo (quizás a la manera (G0y) y de forma fresca e inocente eso lleva a rendirse en algo que va más alá de una amistad y que encuentra en ese consuelo un nuevo mundo en su mejor amigo o en sus vecinos, como es la historia que comentamos.

    Creo que esa es unao de los ingredientes por lo que tus relatos me gustaron siempre, que se dan en un mundo hetero, varonil y que crea una atmósfera especial y única en que se descubre el deseo entre dos hombres.

    Tiens un relato similar en el que hay un par de amigos que buscan refugio en una tormenta y or supuesto esa obra. maestra cuando un periodista trabaja para su jefe en un periódico, jefe que es a la vez su suegro. Esa es cachondísima y la forma de describir a ese macho del jefe una o ra maestra del retrato porno novelesco.

    Para evitR leer el relato de Buenos Vecinos, trtaré de recordar con los nombres de los protagonistas que Ntepuso Manu al relato, mi recierdo físico de los mismos, buscándolos en la red.

    Les invito a los que lo han leído a hacer lo mismo y emviárselo a ese delicioso tabernero que es Don Franco.

    Un nalgueo a todos.

    Don Pepe

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  5. Manu,

    Con ese regalo, te afianzaste en mí como el Decano de Todo Relatos.

    Que bueno que te gustó el regalito.

    Besos

    Don Pepe

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  6. Ayayayayayyyyyyyyyy... ¿Cómo ves que los dos relatos que mencionas los tengo en mis archivos, compadre querido? Tú dices si gustas que te los envíe para los futuros cuentitos de fin de mes, Gaucho de Oro. En especial uno de ellos es muy.querido para mi porque fue el primer relato que leí de ti y fue que te conocí, aunque mi presentación fue varios años después gracias a otro relato de un valor muy especial porque está relacionado con los escenarios que tanto prefiero y tanto frecuento para buscar convivencias piel a piel

    Sobre la galería de hoy... ¡Qué sublime es volver la vista atrás y disfrutar de la estética homoerótica de otros tiempos. Machado,
    cantado por Serrar versaba que "al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar... ". Yo digo, si estamos en tiempos de revalorar la naturaleza y buscar la que es natural porque "es bueno para uno"; ¿Por qué se sigue imponiendo la cultura de la espuma y el rastrillo? ¡Me pongo total y absolutamente en contra de las.nuevas modas que piden mutilar tan masculino.atractivo que es el vello masculino!

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  7. Manu, Manu, Manu...!
    AH!, el sumo restaurador de relatos!, el Decano de VH, el más antiguo de los seguidores desde épocas pre-blogueras...! Salve, delicioso y encantador compañero de tributos eróticos, te saludo desde mi más profundo agradecimiento por el gesto de salvataje que has tenido para con cuatro de mis hijos literarios.
    Ay, Manu, no tengo palabras para describir mi gratitud!, ya te he dicho que eres encantador, cosa que vienes corroborando cada vez que haces algo tan hermoso como enviarme el relato que mi puta máquina perdió.
    Gracias!, pero te contestaré en privado como te mereces.
    Ahora estoy como un padre contento porque sus criaturitas hoy duermen en casa. Y gracias a vos!

    Don Pepe,
    A usted también le responderé en privado estas hermosas palabras que me ha puesto y que atentan contra mi escasa humildad.
    Había una época en que escribir estos relatos era algo que me encantaba de verdad. Lo hacía enfervorizado por mi propio morbo, pensando en despertar otros morbos ajenos a mí, y dedicaba a la escritura bastante tiempo. Me envalentonaba el hecho de que como tanta gente escribía unos relatos tan feos (el material que se solía encontrar por ahí, salvo honrosas excepciones como mi admirado Altair, era muy vulgar, soez y generalmente de erótico no tenía nada), por lo menos algo de mi pobre inventiva saldría ilesa ante tanta mediocridad; pero la verdad es que nunca sentí ni siento que tuviera talento para esto. Es más, por aquella época, tuve un gran amor al que nunca le mostré esos relatos, porque, claro él siendo nada menos que literato, crítico literario y profesor de literatura del s.XIX, bueno, me daba cosita osar siquiera considerarme algo parecido a un escritor. Poco después, mi actividad de "escritor" duró lo que mi entusiasmo morboso, y se fue apagando mi inspiración. Así y todo, siempre supe que mis relatos llegaban a buenos puertos, repletos de gente sensible y cachonda al mismo tiempo. Era una manera de tener cosas en común. Ud., Don Pepe y Don Manu, eran dos de mis portuarios, quien diría que con los años nos acercaríamos de esta manera...!
    Don Pepe, todos esos relatos, también el del Sr. Bataglia (ese suegro tan duro), llegará por aquí, lo mejor ilustrado que pueda. Me gusta mucho volver a compartir ese momento algo lejano de mi vida, motivado casi siempre por ese morbo tan alto que me movía el hombre casado, el hétero algo indeciso, el del hombre que descubre que en el fondo... le gusta mucho otro tipo de amor, ese tipo de amor que nunca hubiera imaginado tener a su lado.

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  8. ¡Ay ay ay! Al más puro y sonoro grito de alegre bonhomía del mariachi mexicano.

    Sus palabras, Don Franco, muestran que hay Vellohomo para rato. Porque está usted para saberlo, pues me dió taquicardìa el que hubiese siquiera considerado cerrar su hlog. Hubiera sido casi como cerrar la puerta de su intimidad y que ese enmarañado bosque de vellos se volviera cual impenetrable selva y no permitiera verlo más, ni siquiera acariciarlo a la distancia, con el debido permiso de su Don H., y del amor de mi vida.

    Un día de estos voy a visitar a Altair, ya tuve comunicación con él y nuestras correspondencias fueron divertidas pero me alejé un poco y ya no seguí y el es hombre casado que ama su familia. Ya le avisaré.

    Sí, sí, sí. Éso, éso, éso. Eso mismo y ese mismo Sr. Batagla. Creo que es el macho más macho de todos sus relatos, y éso que cada relato suyo cuenta con un macho alfa que da tañ calentura que la cosa se pone dura y burbujea como champagne al limaginarlos, leyéndolos.

    Bueno, el ilustrarlo es más como un juego, pues nada iguala la imaginación, pero da curiosidad como se lo imaginan los demás. Así que les escribiré un correo, para retroalimentar a Don Franco y que él elija los que más se acerquen a sus cuatro vecinos. ¿Les parece!

    Besos y nalgadas para todos.

    Don Pepe

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