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Empieza el espectáculo
Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
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Miscelánea gráfica #125
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La seducción de estas formas redondas, que uno sin pensar tiende la mano para acariciarlas; lucen cual frutas - melones - con la pelusilla dorada evocan duraznos y dan ganas de mordisquearlas. Ummm!! despiertan otra gula...............
ResponderEliminarFabrice
Lo más erótico de la anatomía masculina...y cierto, con el adorno de esa divina pelusilla.
ResponderEliminarEsta parte masculina nunca pasará desapercibida. ¿Por qué?, quizás por una mezcla de misterio, morbo, placer y poder; y probablemente porque cubrimos con una misma prenda la verga y el trasero. Por eso resulta muy placentero quitarla con nuestras propias manos, para difrutar acariciando esas zonas que por velludas nos producen una mayor excitación y satisfacción. Solo basta mirar el trasero velludo de la foto # 6. Mmmmm: hermoso y provocador. Jajaja. ¡Me encanta!. Gracias por la muestra Franco. Saludos.
ResponderEliminarFue un placer haberlos complacido, mis queridos gourmandises.
ResponderEliminarAbrazos