Ellos se desnudan para nosotros

Ver un hombre desnudándose.
La atención queda cautiva sin remedio. No podemos hacer otra cosa que mirarlo, de tal manera como si la vida dependiera de ello. Cada detalle, cada movimiento, no queremos perdernos ningún detalle. Sentimos subir la adrenalina. Nuestros latidos se aceleran. Temblamos, y nuestra respiración es más rápida. Impulsos y ondas de placer se apoderan de nuestros sentidos, y algo en el interior nuestro se desplaza enviando un inequívoco mensaje a la entrepierna.
Ver un hombre desnudándose. Qué experiencia.
































Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. La pelambrera de Diego Sans es hipnótica, encima folla bien!

    ResponderEliminar
  3. Buenos días a togos. Excitante colección de hombres desprendiéndose de su ropa, delante de nosotros, para su y nuestro placer. Me atrae especialmente el joven allá en el fongo de un estrecho pasillo, dejando sus ropas en el suelo, camino de un espacio desconocido pero imaginable. Y delivioso nuestro otro joven en la última fotografía: encantador. Los demás: simplemente impactantes, irresistibles. Gracias, Franco. Henri.

    ResponderEliminar
  4. Completamente de acuerdo con Henri !!!!
    El joven en ese estrecho pasillo, dejando sus ropas en el suelo y el de la última foto. En todo caso, TODOS están espectaculares
    Saludos Franco !!!

    ResponderEliminar
  5. Coincido.
    La foto del hombre desnudo en el pasillo dejando tras de sí la ropa que se quitó es bellísima. Creo que tendría que haberla puesto como cabeza en primer lugar de esta galería.
    Saludos, chicos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Miscelánea gráfica #111

Cada cuatro años

Sentir el latido