El cuentito de fin de mes
"Ahora o nunca" Silencio. Hacía más de una hora que la última luz en esa parte del edificio se había apagado. Estaban despiertos. Podían escucharse la respiración. Ambos estaban expectantes, alertas, esperando algo que iba a venir. Porque sabían perfectamente que algo ocurriría. Y sería esa noche. Porque cualquier otra noche, a esa misma hora, seguramente habrían estado dormidos, pero Marcos y Pablo permanecían en sus camas con los ojos bien abiertos, con todos sus sentidos preparados ante la menor señal. Hacía meses que vivían como verdaderos hermanos. De hecho compartían todo, hasta aquella pequeña y sobria habitación que ahora les parecía el último refugio del mundo. Sí, definitivamente algo tendría que pasar esa noche, pues al día siguiente todo cambiaría. Afuera brillaba una luna que clareaba toda la habitación, y la luz entraba sin pedir permiso por la ventana abierta, proyectando la sombra de la reja sobre la blanca pared del armario. Marcos fu...