Sí, siempre volverán, son ellos, los "letales". No necesariamente bellos, pero temibles. Temes enamorarte de ellos, temes que te hagan sufrir, temes no poder quitártelos de la cabeza, temes no pensar, temes que te miren, temes que no te miren, temes estar pendiente de sus llamados, de cada movimiento que hagan o no hagan, temes serles fiel, temes que te hagan feliz, temes que te hagan infeliz, y temes muchas cosas más porque son lo que son, adorables hombres letales que te harán sentir único, y temerosamente vulnerable.
Sin duda provoca olerlas, lamerlas, sopesarlas y masajear con la lengua cada una de ellas procurando meter en la boca las dos...
ResponderEliminarMuy buen post, saludos.
Amén, Lazarito.
ResponderEliminarSaludos!
Por supuesto que no eres el único, Gaucho de Oro! Los testículos despertan toda una vorágine de reacciones y acciones (no al revés) que nos ponen en contacto con nuestro lado más primitivo... ¡Despiertan puro y duro instinto animal!
ResponderEliminarLa parte mas bella del cuerpo masculino despues de la pinga y un pecho muy peloso. La mas carnosa y pesadas son las mejores claro.
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