Be my love #1

Existen algunos hombres -de esos que se empeñan en promover nuestras más intensas cachondeces- por quienes haríamos cualquier cosa por tenerlos aunque sea un momento en nuestros brazos,  bajarlos al mundo real, y decirles a plena voz de tenor y mirada de galán hollywoodense: "Be my love...!", sé mi novio, sé mi amante, sé mi amor... por toda la eternidad..., bueno, digamos, por un año..., ok, está bien, por un mes..., ¿por un día?, ¿una tarde?, ¿un turno...?, sí, ¿por qué no?, activemos nuestras imaginaciones más profundas (por no decir más bajas), y soñemos por un instante buscando en nuestro interior calenturiento a ese amor imposible al que le cantaremos la canción.
Hoy Vellohomo inaugura una nueva sección: "Be my love", que en cada edición estará dedicada a ese hombre que nos mueve la estantería de arriba abajo cada vez que lo vemos asomar por aquí.
Perdón por no controlar mis debilidades, pero el primer be my love, será en honor, obviamente, a ese machote de pelos infartantes que, como todos saben, me pone a mil cada vez que me mira con esos ojitos tan especiales.



Sí, Ray Dragon..., be my love.

Be my love and with your kisses set me burning
One kiss is all I need to seal my fate
And hand in hand, we'll find love's promised land
There'll be no one but you for me, eternally, if you will be my love...

(Oich!, canciones eran las de antes, qué joder...)


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