El día que sin saberlo


El día en que sin saberlo
hacemos por última vez una cosa
-mirar una estrella,
atravesar una puerta,
amar a alguien,
escuchar cierta voz-
si algo nos advirtiera
que nunca volveremos a hacer eso,
probablemente la vida se detendría
como un muñeco sin niño ni resorte.
Sin embargo, cada día
hacemos algo por última vez
-mirar un rostro,
llamarse con su propio nombre,
terminar de gastar un zapato,
probar un temblor-
como si la primera vez o la milésima
pudiera preservarnos de la última.
Nos haría falta un tablero
con todas las entradas y salidas marcadas,
donde se anuncie claramente, día por día,
con tiza de colores y con vocales
qué le toca terminar a cada uno,
hasta cuándo se hace cada cosa,
hasta cuándo se vive
hasta cuándo se muere.

_________________

Roberto Juarroz

Comentarios

  1. Otra de Juarroz......

    Poesía vertical 7

    Cuando se ha puesto una vez el pie del otro lado
    y se puede sin embargo volver,
    ya nunca más se pisará como antes
    y poco a poco se irá pisando de este lado el otro lado.

    Es el aprendizaje
    que se convierte en lo aprendido,
    el pleno aprendizaje
    que después no se resigna
    a que todo lo demás,
    sobre todo el amor,
    no haga lo mismo.

    El otro lado es el mayor contagio.
    Hasta los mismos ojos cambian de color
    y adquieren el tono transparente de las fábulas.


    Sí, cuando pisas del otro lado....

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  2. Y tantas veces hemos pisado en el otro lado, y sin embargo hemos vuelto...
    otras tantas veces sí, seguimos pisando del otro lado sabiendo que jamás pisaremos de la misma manera que antes...
    Pienso que habría que hacer un poema hablando de cómo cuesta pisar del otro lado.
    Cuando el aprendizaje se transforma en lo aprendido. Vaya frasecita.

    Gracias por tu Juarróz, Seba.
    Buen fin de semana y que pises bien...!

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  3. Comentario al paso:
    La fotito parece ilustrar más tu poema que el mío...
    :)

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  4. Gracias a los dos por los poemas, que como obras de buen poeta nos lanzan a pensar y meditar, nos interpelan a cada uno. Como el aprender e incorporar que cada día puede ser la "última vez" de algo e instarnos a dar y hacer, para vivir plenamente y no acumular lamentos. Y pisar del otro lado............ cuan dificil ha de ser de hacerlo con un solo pie y tratar de mantener el equilibrio con un pie en cada lado y no caer en el intento.
    Fabrice

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  5. Fabrice,
    así es, tal cual.
    Particularmente, el poema de las últimas cosas me inquieta haciéndome pensar, pues tengo la tendencia a atesorar, no desprenderme de las cosas, de las vivencias, de los sitios, de todo aquello que uno vive y quiere retener en sí... y después de todo, que hay cosas en la vida que son mucho más fútiles de lo que uno cree, esa insoportable levedad... eso efímero... que sigue y que cambia día a día.
    Saludos!

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