Inspirador Antonio

La abrupta depresión de los sobacos alberga uno de los focos de atención más irresistibles para los que adoramos el vello masculino. Anoche, viendo la película de Pedro Almodóvar "Dolor y gloria" (2019), tal vez una de sus más bellas películas, me quedé embobado ante la primera escena del film que muestra a su protagonista Antonio Banderas sentado y sumergido en el fondo de una piscina. Con los ojos cerrados, en traje de baño y pacíficamente quieto, se ven sus brazos suspendidos en total distensión. Y entones, una vez más, vi esas dos matas increíbles de pelos largos y abundantes focalizando esas axilas que otras veces aparecieran en tantas escenas a través de años de trayectoria. El actor, que sigue teniendo un atractivo notable gracias a una estampa que la madurez ha sabido añejar como los buenos vinos, luce aquí una estupenda barba canosa que le queda letalmente bien.
Los sobacos peludos de Banderas son -¿y serán?- los mejores del cine español y, por qué no, internacional. Los hemos visto en todo su esplendor en "Laberinto de pasiones" cuando compartió lecho con otro peludo español notable, Imanol Arias, y también en la intensa "La ley del deseo", por nombrar otros títulos de Almodóvar. Y es justamente el recurrente tema del deseo el que, como en "La mala educación", tocará los hilos sensibles y preferidos del autor. El film es recomendable, no sólo por esa breve imagen de vellosidad axilar, sino fundamentalmente por lo tocante de la historia, lograda a través de un trabajo muy bueno por parte de Banderas y la sobria y esencial narrativa de Almodóvar. 

Un muy joven Antonio Banderas junto a Imanol Arias en "Laberinto de Pasiones" (1982)

Lo cierto es que las perfectas axilas de Antonio volvieron al día siguiente para rondar en mi cabeza, y por supuesto tuvieron que algo que ver en la inspiración de la galería de hoy.
Espero que la disfruten en su totalidad, pues hay unos señores que están como para competir con nuestro hermoso malagueño. ¡Venga...!