Inspiración

Vuelvo a presentarles una nueva galería de bultos. Fue inspirada ayer, al tener una visión (nada celestial, más bien fue muy terrenal) mientras sacaba a pasear al perro. Él estaba allí, sentado en un banco de la plaza, casi recostado, con las piernas extendidas y los tobillos cruzados, una posición que favorecía notablemente el objeto de mi atención. Bajo el pantalón de jean, ahí, justo debajo de la ajustada bragueta, un descomunal bulto se me apareció descarado y desafiante. Mi perro jamás pudo comprender el porqué de mis pasos en círculo, y la razón de que no nos fuéramos nunca de la plaza. El tipo miraba su celular sin saber que mi vista lo violaba en silencio. La nitidez del bulto nada dejaba para la imaginación. Para mí esa es la esencia del verdadero bulto.

Después de semejante visión me pregunté: si eso no es inspiración, no sé qué pueda serlo.