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Mostrando entradas de abril, 2018

El cuentito de fin de mes (2ª parte)

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- El Oficinista - Un cuento erótico en XII episodios (continuación) VII – A orillas del río. Por fin había llegado Enero. Había llegado para ambos. Y había traído el sol, el río, los árboles, todo ese verde que se les metía por los poros. Javier armó la carpa en dos minutos. Asombrado, Tomás lo miraba queriendo intervenir pero sin saber cómo. Por fin, resignándose, prefirió dejarlo hacer, y se sentó en la hierba contemplando maravillado la escena. Sería cerca de las diez de la mañana y el día los abrasaba calurosamente. Toda esa enorme ración de naturaleza ya estaba transformando a Tomás. Por un momento pensó, maravillado, en lo lejos que había quedado el umbral de la facultad, el límite franqueado de la gris oficina. Todo eso era tan distinto y lleno de vida. -¡Listo! - dijo finalmente Javier. -Nuestra casa. -Así es. No es el Ritz, pero sirve perfectamente. Tomás ayudó al muchacho a acomodar las cosas: mochilas, ropa, provisiones, linternas; todo de

Domingo vintage

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Deslumbramiento

El cuentito de fin de mes (1ª parte)

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- "El Oficinista" - Un cuento erótico en 12 episodios. I - La oficina, por la tarde. Tomás sintió que el tiempo, como tantas veces, no transcurría. Sentado frente al gris escritorio hizo un paréntesis en sus planillas y se quedó pensando, con la vista en la nada. Esa luz, ese color, un gris eterno e inexorable, dominaba todo lo que estaba bajo su campo visual. El tiempo parecía detenido, pero en realidad día tras día la vida seguía y él asistía a su trabajo. Se podía decir, prácticamente, que vivía más ahí, en la hermética oficina donde funcionaba la tesorería de la facultad, que en su propia casa. Su padre había trabajado allí toda su vida. La herencia fue natural y, casi sin que él se diera cuenta, esa sucesión lo había transformado en un hombre más. Sin aspiraciones, sin deseo, sin color. O tal vez... sí, un color, el gris, como el de varios de los compañeros que compartían con él ese cotidiano y llano episodio de ocho horas al día: el Sr. Pereyra, el