La escena
Horace Bristol: PBY Blister Gunner, Rescate en Rabaul (1944)
Foto y datos: Gentileza de Seba.La Escena de hoy tiene una particular historia.
Horace Bristol, fue reclutado como miembro de una unidad de fotógrafos de la Armada Norteamericana, y cumplió servicio en el artillero que se utilizó para rescatar a la gente de Rabaul Bay bajo un ataque japonés. (New Britain Island, Papúa Nueva Guinea) El fotógrafo captó la escena cuando esto ocurría:
"... Recibimos una llamada para recoger a un aviador que había caído en la bahía. Los japoneses estaban disparando contra él desde la isla, y cuando nos vieron, comenzaron a disparar contra nosotros. El hombre que había sido derribado quedó temporalmente ciego, así que uno de los nuestros se quitó la ropa y saltó para traerlo a bordo. No hubiera podido nadar muy bien vestido con el uniforme y con botas. Tan pronto como fuera efectuado el salvataje, había que irse. No había tiempo de volver a ponerse ropa formal. El hombre desnudo volvió inmediatamente a su posición junto a su arma de fuego en el 'blister' del avión. Nos estaban disparando y lo único que queríamos era salir pronto de allí."
¡Que bella toma!
ResponderEliminarMuy plástica por los contrastes de luz y sombra sobre el bronceado cuerpo del artillero. Es una delicia contemplar sin morbo, el magro y fibrado cuerpo del joven piloto, y más aún cuando ha salvado la vida de un compañero. La caída de los cabellos desordenados que se van secando, dan el toque de veracidad a la historia contada por la foto. Después del tumulto de la fiesta orgiástica que generó el post de ayer, la contemplación le viene bien a mi reposado sexo.
Gracias por compartirla Don Sebas, gracias por darle el toque de oportunidad museográfica Don Franco.
Don Sebas,
ResponderEliminarGracias, muchas gracias por sus comentarios y sus palabras. Son una bella caricia proveniente de un gran amigo.
Don Eme Ka, saber que esos versos le han emocionado y que lo exprese así, es una de las delicias a disfrutar en este Café. Besos.
Buen día, caballeros! Ayer (viernes) fue un día tan agobiante para su servido entre la lluvia, el tráfico, el trabajo y la casa... productivo pero agobiante. Llegó la noche y quise mejor esperar a relajarme un poco para venir aquí al Café.
ResponderEliminarY bueno; me acabo de dar una vuelta por el post de ayer... ¡y qué curioso que algo tan deliciosamente carnal haya sacado a relucir su espíritu poeta! Ya lo he dicho aquí muchas veces y siempre será un placer repetirlo: esos latigazos ardientes de pasión sobre nuestro ser son placeres que quizás su presencia sea de sólo unos segundos; pero su esencia se puede quedar grabada en el alma y en el corazón. ¡Dulces y cremosas delicias de varón! Vayan mil vivas a ese talento que tienen para manejar la palabra y volverla esa herramienta tan hermosa de expresión, señores; en especial usted, compadre... ¡tan breve y tan brutal!
Sobre el post de hoy, mil disculpas; despuès de 3 dìas de lluvia aquí saliò el so, de verano y el clima está húmedo y ardiente... no estoy muy romàntico que digamos. Vi la foto muy detenidamente para pintar una escena en mi mente; después vi la historia y pensè... "No señor! Así no fueron las cosas!" La historia que me imaginè fue otra cosa muy distinta... en efecto, ewstamos viendo a un militar que es muy celoso de su deber; pero tambièn de sus placeres. Momentos antes estaba entregado a pasar revista a todo el cuerpo militar... el cuerpo de un compañero tan fogoso como èl, con el que se restregaban apasionadaente esos cuerpos de hombres ansiosos de mimos y caricias en medio de esos sagrados deberes que les obligan a servir a la patria. El clima tropical hace que de cada poro de sus cuerpos broten ríos de sudor y que sus melenas se enmarañen entre el calor y la pasiòn... repentinamente surge la voz de alerta, el enemigo está cerca... hay que ir a los puestos de combate. Ya no hay tiempo para seguir, hay que terminar... acabar con aquellos que amenzantes se acercan cada vez más y más. Ya habrá otro momento para entregarse a los brazos de la lujuria; ahora... ahora es momento de actuar; aunque sea desnudo, peroeso sí... SIEMPRE ALERTA!!!
Don Pepe,
ResponderEliminarya estaba extrañando sus comentarios por estos días... y leerte nuevamente es un deleite para el alma.
En cuanto a la foto, es excelente. Se pueden ver más trabajos de Bristol en la red y también leer su biografía. Todo muy interesante. Sus fotografías tienen hoy en día tal definición e impronta, que parecen tomadas en esta época.
Manu:
No es casual ni extraño que el tema del post de ayer haya disparado una cierta veta poética desde los comentarios, que yo mismo me atreví a tomar como hilo conductor. Creo que cuando un macho hace su descarga al eyacular es uno de los actos amatorios de mayor entrega que puede haber. Y cuando esa entrega se hace directamente sobre el rostro, la boca, que es el área a través de la cual experimentamos nuestro primer contacto afectivo al recibir el primer alimento materno, la unión no puede ser más movilizadora.
La escena de hoy ya tenía una historia, pero vos, fiel a la tradición vellohomesca con la sección "La Escena", le otorgaste un significado personal.
Me fascina ese ejercicio que nos muestra tal como somos.
Sobre Buenos Aires ha caído un día hermoso y soleado. Los invito a pasear por sus calles.
Qué escena ha captado este fotógrafo!!! Un riesgoso trabajo ha tenido, pero que producto tan vívido plasmó.
ResponderEliminarSi Franco no escribía nada al respecto, hubiera pensado que se trataba de una foto actual, de estudio, con un modelo. Admiro a los fotógrafos que son capaces de captar el momento que pasará a la posteridad.
Gracias a Franco, y también a Sebas.
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