.... bué.... el pelo largo no me atrae... los collares y otros aderezos no me atraen...los tatuajes no me atraen.... y entonces... porque me he quedado "pegado" absorto a la foto 34? sera que la suma de los NO da SI? Y despegado ya de ese monumental peludo 34, ....otro velludo imán para mi mirada es el 80... piel blanca e increíble mata negra que casi oculta sus joyas!! el mismo chico de las 91 y 92, pero estas últimas ni se acercan a la seducción que emana de la 80...o mas especificamente del bajo vientre de ese chico en esa foto!!!! Buena serie, Franco... ya no quedan adjetivo para calificar tus posts....
Y sí... a mí tampoco. Paso de los pelilargos. Nada, nada... no me interesan. Todos feos, horribles, anodinos, me son indiferentes... detesto sus infartantes miradas, sus manos que podrían acariciarme por horas, sus vellos naturales sin rasurar, sus caminos delirantes desde el ombligo hacia el bosque impresionante de sus pubis selváticos, no me atraen lo sedoso de sus largos cabellos aromatizados a bosque, ni la tersura de su piel llena de sol, ni sus culos vírgenes apretados y deseosos de ser penetrados con la lengua, ni sus glandes cubiertos por generosos y suaves prepucios, ni sus dientes relucientes o el aroma que exhalan sus seguramente deliciosos alientos. Ahhhhhh... nada, no sé por qué hice este post que no sirve para nada... horrible..., aburrido y espantoso. No sé, mirá.
Y el 80...! Cuando lo posteé, pensé en EmeKa, sabiendo lo mucho que lo trastornaban las cicatrices. Está para arroparlo todo para que no se resfríe, con estos fríos!
Jejejejeje... Me mataste con tu respuesta al Flamante rosarino Seba, mi inigualable Gaucho de Oro Franco. ¡Definitivamente no hay razón de ser! Ahora resulta... Con solo leerte me repetía en la mente: "Siiiiii!!! Qué desagradable!"; a la par que me lo iba saboreando, como la comida chatarra; Tan mala, tan mala... Ah pero qué Buena sabe! Mmmmmmmmmhhhh... Aunque estos flamantes caballeros de chatarra no tienen absolutamente NADA!!! Al contrario; son naturales, orgánicos, cargados de probióticos sin colores ni sabores artificiales. ¡Puro sabor a naturaleza!
Pues a mí siempre me han atraído las melenas; y en este caso, donde además los hombres que las lucen son peludos, pues ya estoy, como decía aquel hombre de grato recuerdo: "burraco perdido"... ¡Es fascinante desbaratar melenas! Tocarlas, acariciarlas, acomodarlas, despeinarlas... ¡hacer DE TODO con ellas!
Las melenas, al igual que las cabezas rapadas no son de mi gusto, sin embargo valoro siempre al hombre en sí y por tanto el hecho de llevar melena o raparse la cabeza es un tema que simplemente disminuye mi interés pero no por ello deje de interesarme completamente. El ideal sobre como nos gustaría ver a otro es tema aparte del interés real que pueda provocar esta persona en uno mismo. La primera visión es la que marca el posible deseo pero... démonos una segunda visión :-)
Por fin viernes...! Y para disfrutar todo el fin de semana llega este nuevo megapost con inquietantes acompañamientos peludos. Acompañame...! A. Deux by Kovert de Hollywood Alexander Graham Bell en la inauguración de la línea telefónica de larga distancia entre Nueva York y Chicago, 18 de octubre de 1892. Hércules ebrio - Peter Paul Rubens Arthur Tress - Hombre en una cascada, Palm Springs, California Fotografía Igor Matio Colt Men Magazine #26 1991 - Gardner Shore Damien Cross & Adam Wirthmore Dan Lang by German Bello Diego Sans en la playa 'Dylan' - Javier Trelis Sempere Farley Granger & John Hall, 1948 Fotografía Gaudenzio Marconi 'For you', artwork by @isbr Gianluca Conte "Handsome Hairy Chested Guy" by Kenney Mencher Jack Lofton Jane Darwell como la mujer de los pájaros en "Mary Poppins" Janet Leigh Judy Garland, circa 1940. Keith Haring by Andy Warhol, 1984 Kirill Fadeyev Mecánico, 1864 'Morpheo' - By Javier Trelis Sempere Multi...
Allí está, recién salida de entre las prendas íntimas. Flácida, blanda y colgante. Las pesadas bolas reafirman esa relajación natural maleable y encantadora. Hay mucho de ternura en una verga en reposo. Hay calma. Hay suspenso..., y sentimos la invitación implícita a jugar, a tocar, a chupar, a sentir -en el sentido más amplio de la palabra-, a dejarnos sumergir en esa fascinación sorprendente que nos llena de expectativas.
¿Qué es lo que no se puede hacer en los espacios públicos? Bueno..., generalmente todo aquello que degrade el ecoambiente, cosas que puedan perjudicar a vecinos como ruidos u ocupación de la vía pública, perjudicar, pintar, estropear el mobiliario o la arquitectura urbana, en suma, dañar o invadir todo aquello que trasciende los límites de los intereses individuales de cada habitante..., y así podríamos seguir con una lista bastante larga. Y pensándolo bien, según estos lineamientos... ¿también habría que prohibir en los espacios públicos algo de lo que se ve a continuación en esta galería?
.... bué.... el pelo largo no me atrae... los collares y otros aderezos no me atraen...los tatuajes no me atraen.... y entonces... porque me he quedado "pegado" absorto a la foto 34? sera que la suma de los NO da SI?
ResponderEliminarY despegado ya de ese monumental peludo 34, ....otro velludo imán para mi mirada es el 80... piel blanca e increíble mata negra que casi oculta sus joyas!! el mismo chico de las 91 y 92, pero estas últimas ni se acercan a la seducción que emana de la 80...o mas especificamente del bajo vientre de ese chico en esa foto!!!!
Buena serie, Franco... ya no quedan adjetivo para calificar tus posts....
Y sí... a mí tampoco. Paso de los pelilargos. Nada, nada... no me interesan. Todos feos, horribles, anodinos, me son indiferentes... detesto sus infartantes miradas, sus manos que podrían acariciarme por horas, sus vellos naturales sin rasurar, sus caminos delirantes desde el ombligo hacia el bosque impresionante de sus pubis selváticos, no me atraen lo sedoso de sus largos cabellos aromatizados a bosque, ni la tersura de su piel llena de sol, ni sus culos vírgenes apretados y deseosos de ser penetrados con la lengua, ni sus glandes cubiertos por generosos y suaves prepucios, ni sus dientes relucientes o el aroma que exhalan sus seguramente deliciosos alientos. Ahhhhhh... nada, no sé por qué hice este post que no sirve para nada... horrible..., aburrido y espantoso. No sé, mirá.
ResponderEliminar;)
Ufffffffff.... el 34....
ResponderEliminarpor favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Y el 80...!
ResponderEliminarCuando lo posteé, pensé en EmeKa, sabiendo lo mucho que lo trastornaban las cicatrices.
Está para arroparlo todo para que no se resfríe, con estos fríos!
Jejejejeje... Me mataste con tu respuesta al Flamante rosarino Seba, mi inigualable Gaucho de Oro Franco. ¡Definitivamente no hay razón de ser! Ahora resulta... Con solo leerte me repetía en la mente: "Siiiiii!!! Qué desagradable!"; a la par que me lo iba saboreando, como la comida chatarra; Tan mala, tan mala... Ah pero qué Buena sabe! Mmmmmmmmmhhhh... Aunque estos flamantes caballeros de chatarra no tienen absolutamente NADA!!! Al contrario; son naturales, orgánicos, cargados de probióticos sin colores ni sabores artificiales. ¡Puro sabor a naturaleza!
ResponderEliminarPues a mí siempre me han atraído las melenas; y en este caso, donde además los hombres que las lucen son peludos, pues ya estoy, como decía aquel hombre de grato recuerdo: "burraco perdido"... ¡Es fascinante desbaratar melenas! Tocarlas, acariciarlas, acomodarlas, despeinarlas... ¡hacer DE TODO con ellas!
Y por cierto... a todos estos caballeros yo también les cantaría con todo el gusto del mundo la segunda parte de "Del cabello más sutil"...
ResponderEliminarUna alcarraza en tu casa
chiquilla quisiera ser
para besarte la boca
cuando fueras a beber...
¡Bravo a la inspiración del maestro Obradors! Y en voz de José Carreras... ¡mucho más!
Las melenas, al igual que las cabezas rapadas no son de mi gusto, sin embargo valoro siempre al hombre en sí y por tanto el hecho de llevar melena o raparse la cabeza es un tema que simplemente disminuye mi interés pero no por ello deje de interesarme completamente. El ideal sobre como nos gustaría ver a otro es tema aparte del interés real que pueda provocar esta persona en uno mismo. La primera visión es la que marca el posible deseo pero... démonos una segunda visión :-)
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