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Hora de compartir una birra con un heterosexual
En un estudio publicado en "The journal of social Psychology" se ha afirmado que los hombres heterosexuales se sienten atraídos por otros hombres cuando beben alcohol. Y es notable que la ingesta de alcohol está relacionada con el aumento de la voluntad sexual de los hombres hacia una pareja del mismo sexo, lo que sugiere un cambio potencial en el comportamiento sexual normativo ocasional entre hombres heterosexuales, aseguran los autores del estudio de las universidades del estado de Wayne e Illinois. Así que: en esas tardes después del trabajo, cuando nada te apetece más que reunirte con tus amigos para irte de pintas al bar del barrio o mismo reunirse en la casa de alguno de ellos, si a medida que van pasando las cervezas una tras otra todo se desmadra y empiezan a suceder cosas como ponerse en pelotas y de pronto te das cuenta de que alguien te está apoyando la verga en el culo mientras tienes otra taldrándote la garganta, no te preocupes, no es que seas gay, es el efecto...
Miscelánea gráfica #120
¡Bienvenidos a este nuevo megapost especial de Navidad y Año Nuevo! Salud! Chin-Chin! Santé! Cheers! Salute! Prost! Saúde! Salut y força al canut! Skool! Le-jaim! En 2009 Spencer Tunick reunió a 700 voluntarios del sur de Borgoña, Francia, para protestar contra el calentamiento global. En este caso, que el peligro del impacto del cambio climático afecte la producción de los viñedos. Un velludo reportero, también desnudo, cubrió el evento en una nota. UFFF! Adrian Paul Alonzo Hanagan (Lon of New York): Untitled, 1940s Anna Magnani con Bette Davis, cuando la conociera en Nueva York en 1953, por la premiere americana de 'Bellissima' de Luchino Visconti. El magnífico Anthony Varrecchia. Antoine Bourdelle (1861-1929) Camioneta del Correo, 1910. Ciudad de Buenos Aires. Año 1930. Isla Martín García, Provincia de Buenos. Escena de presos bañándose en el Río de la Plata Ph. Esa Kapila Cúpulas de Buenos Aires, c.1934: Las nuevas edificaciones hacia el sur en la intersección de la avenid...
Dios bendito... Propiamente aquí vemos una serie de imágenes donde se ven esos encuentros entre hombres de generaciones diferentes; la mezcla delirante de experiencia y juventud, entre el "daddy" y el "little son"... pero al asociar esto con un scenario real entre un padre y un hijo el tono cambia; el pecado de la lujuria se vuelve brío, cercanía, intimidad... una de las cúspides más exquisitas que puede tener la cordillera de los placeres, definitivamente. ¿Cómo es posible que esta muestra de amor sea vista como un pecado? No se puede, definitivamente.... ¡Es fascinante visualizar esto y darle sentimiento al juego de la piel y del deseo!
ResponderEliminarExquisita selección, mi querido Franco. ¡Muchísimas gracias por remover neuronas a la par de las hormonas!
Gracias, Manu,
ResponderEliminarya sabés que el tema a mí me vuelve burraco.
Varios son los relatos que escribí al respecto, y como me sucedió con el de los masajes, en esos relatos nunca plasmé mi experiencia personal porque no la he tenido jamás, ni como hijo no como padre. No podría tenerla, por otra parte. Y ahora que lo pienso, cuando ese tipo de relaciones se da, es porque sucedió algo único e irrepetible como cuando los planetas coinciden en una misma línea. Una maravilla que jamás sabré realmente de qué se trata.
Otra cosa, Manu, veo que tu avatar no se puede visualizar. EN vez de tus hermosos pezones, sale un círculo parecido a un cartel de contramano (!). Sacaste tu foto, o la sacó el puto blogger????
Besos
¿Hooola tertuli-anos!
ResponderEliminarMmmm veo que ha estado muy variado en sus temáticas, este curador de la galería del Café Uvehache. Y ahora… me despierta de la modorra con el tremendo tema del incesto, el tabú, la prohibición de lo sagrado o de lo sucio dirían algunos. Cada quien que se acomode el adjetivo.
Delicioso sustantivo que se torna de la percepción inicial del hijo que ve en el ídolo paterno un objeto y sujeto de adoración y lujuria, a la del hijo transformado en padre. Ese hijo-padre que en esencia sólo cambia en la experiencia, pero que en el fondo permanece igual.
¿Pecado el incesto? Sí, si crees en el infierno y el cielo como promesas que permiten controlar la vida disoluta del hombre o premiar su virtud a través de las rejas normativas de la ética. Aunque al parecer lo que al final se sanciona no es el sexo entre consanguíneos sino el placer. Sin cavilar mucho en ello, yo diría que se teme a lo liberador que resulta el placer aunque l límite del velo que lo separa de la lujuria es tan imperceptible que esa niebla lo envuelve y arrastra hacia ese placer lleno de culpa que resulta en una perdición de la que es difícil escapar.
Tremendo tema que usted, señor anfitrión de estas páginas del erotizante placer masculino, ha dicho mucho a través de esas subyugantes historias que muchas veces retratan los abandonos que tenemos en lo soñado o lo vivido.
Mmmmm para perderme un fin de semana en la cama.
Besos incestuosos.
Don Pepe
Don Efe.
ResponderEliminarRecién cuelgo el post y leo su comentario. Me permito comentarlo.
A mi parecer, y agarrándome maliciosamente de la teoría cuántica, yo diría que esos encuentros incestuosos no por soñados no hayan sido realizados. La realidad, esa nube de probabilidad, que como una nube de elctrón está y no está a la vez, pues cambia desde el mismo momento en que se observa (o se comenta), de alguna manera existe. Quizás nuestra pequeña mente no lo entienda, pero yo creo que esos sueños míos, algunas vez sucedieron...aunque después se hayan evaporados, el placer permanece aún.
¿No lo cree así?
Y ya encarrilado el gato que chingue a su máuser el ratón.
ResponderEliminarRecordaba por cierto de uno de esos tertuli-anos que amorosamente compartió las experiencias, que resultaron toda una revelación a la nutrida audiencia de comentaristas de antaño. Quien más puede ser que el famoso señor Don Turco. Alguna vez él me compartió, de forma privada, una candente historia en tres entregas de una de las más deliciosas historias entre padre e hijo que he leído. Y aunque recalcó que no era historia autobiográfica, siempre me quedó la duda que mi truculenta mente fantaseaba como verdad. Siempre fantaseé con esa caliente relación suya.
Ahora quien sabe en qué mullido pecho se abriga.
Saludos Don Turquito.
Don Pepe.
ResponderEliminar¡Ahhhhhh pero como olvidar otro calienta braguetas del sur, escondido entre los nevados andes de Chiloé. Su cautivadora historia de su padre, a quien tuve el enorme placer de conocer y compartir gratos momentos, y la de él mismo en su despertar pubertino…son una joya que brilla y derrite todo gélido glaciar.
Saludos, Don Di-ese.
Don Franquito,
ResponderEliminarY comentando su abundante galería, me calienta de forma especial ese delicioso gif que con el número 70 no deja de machacar con ese abandono de lujuria que pocas veces observa uno en el porno del tema. Desde atrás, con el balano muy adentro como queriendo llegara al corazón del placer de su amado, el hombre mayor se soba, frota, acaricia y besa, con fruición y hasta la perdición eterna con el fruto de sus deseos.
Mmmm que delicia.
Besos perdidos,
Don Pepe
DON PEPEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarVolvió con todo, no??? y con 5 al hilo, como diríamos aquí... pero además... NUEVO AVATAR, con un arma medio dormidita y agazapada cual tigre entre las piernas, pero con la promesa de despertar en toda su enhiesta longitud (que se percibe mucha), y bueno, la elocuencia magnífica a la que nos tiene acostumbrados...
a ver...
Sí, ahora veo.
ResponderEliminar#70... ahá. Qué bellísima posición... si se me permite la opinión personal... UF! digo... que tanto desde un lado u otro, el de ser abordado o el de abordar... he disfrutado una y otra vez. No hay mayor sensación de entrega que la sentida cuando el amado nos come los hombros, nunca, espalda y su presencia dura se abre paso (y lo consigue!) entre gemidos confundidos... y asimismo, arremeter desde atrás al amado, con ese contacto piel a piel que parecería querer meterse dentro de uno, no sólo a través de "esa" puerta, digo, sino dentro del ser del otro propiamente, siendo, en definitiva, el dueño del placer en todo momento.
Sí, me encanta que el "padre" esté detrás del hijo, pero mucho, MUCHO más me hubiera desarmado la posición a la inversa.
Querido Pepe, respondiendo a su respuesta, acerca de si por soñados, esos encuentros incestuosos no han sido en realidad consumados..., pues no sé. Pero el acercamiento entre dos hombres tiene miles de facetas, y, en definitiva, si en concreto ese acercamiento tardó en venir, o no vino nunca, por no buscado o por no destinado; creo que el hecho termina realizándose a través de infinitas búsquedas y proyecciones como si en verdad padre e hijo se hubieran fundido en uno. No sé si me explico. Busqué a ese padre en varias de mis relaciones, ya fueran circunstanciales o aquellas duraderas habitadas de inmenso amor. Algo, aunque más no fuera una centella fugitiva, seguramente se concretó en algún momento. Sí, sólo cuando del otro lado también existió la misma búsqueda.
Ese avatar, Don Pepito...
ResponderEliminarqué linda imagen... ¿no la ve muy similar a la del mío?
No nos vemos como un par de hermanitos???
Y a propósito... y Manu??? el decano ya no nos muestra sus pechos deliciosos... Pourquoi????
Jajaja
ResponderEliminarExacto. Desde el momento en que la vi (la foto) hace un par de días, no dejé de reírme. Más por la maliciosa maldad, que por el imponente rugbier que no pone reparos en posar así. Pues sí, se parece mucho a la suya y hasta llegué a pensar que había descubierto al incógnito de su avatar. Pero, un minucioso análisis, me hizo concluir que... ¿eramos hermanos íntimos! Como acertadamente lo ha escrito (y todavía te hablo de tú, haz de ser el mashor...jejeje). Y bueno...¿y porqué no empezamos con un besito detrás de las orejas para celebrar nuestra descubierta hermandad?
Besitos incestuosos.
Don Pepe
Retomando tu comentario del GIF#70, te diré que el deseo de poseer al padre, siempre ha sido poderoso en mí. Mientras más machos, más el deseo de rendirlos al placer. Tenemos mucho que platicar hermano.
ResponderEliminarMe prende, me calienta, me pone como burro el contacto piel a piel de espalda contra torso. Mucho más que el contacto vergeano, y de pecho a pecho, que igual forma parte del arsenal amatorio de todos.
Tenemos algunas experiencias paralelas, dignas de comentar. Lástima que no pude alcanzarte en tierras charrúas. Otra vez será.
Abrazos
Don Pepe
Y cierto Manu. ¿Dónde quedaron esos pechitos? ¿Será que ya tienen derechos de propiedad? Ojalá sea así, pero compartir no debe encelar al amado...¿o sí?
ResponderEliminarAbrazos amigo
Don Pepe
AH!, eso no se me había ocurrido. Lo de los derechos de propiedad...! ah, no... que Manu también es nuestro...!
ResponderEliminarSorry, estas cosas me ponen muy posesivo
Jovenes y viejos. Todos velludos y viriles, y bien VERGADOS.
ResponderEliminarMe encanta muy buen trabajo franco
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