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Empieza el espectáculo
Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
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Miscelánea gráfica #125
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¡Ay Franquito!
ResponderEliminar¡Que delicia!
El número uno está para ponerlo en la parrilla de la cama y aderezarlo con besos y caricias mientras se eleva la temperatura y se pone la carne en un término bien comido. Pero antes lo estaremos volteando sobre la cama cual parrilla salpimentando con saliva y precum todo rincón de ese cuerpo.
Una delicia de hombre con ese cuerpo y vellos, con esa armonía viril de muchas noches quitasueños.
Y hay otros dos en esta galería que merecen un cuento aparte.
Besos aderezados.
Don Pepe
Don Pepe,
ResponderEliminarqué gusto encontrarme contigo en los vestuarios!!!
También ya viste a ese señor desnudo??? Qué bello es, verdad?... pero... qué mirada nos está lanzando..., y así, de pié, sin un ápice de pudor, en esa actitud de "vamos, hagamos algo en las duchas ahora que no hay nadie"..., sí, me parecen excelentes las ideas que se han cruzado por tu morbosa mente, amigo..., vamos y pongámoslas en práctica
Besos a la parrilla...