De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Maravillosa galeria. Al margen de la hermosura que despierta simultaneamente el deseo y el sentido estético resalta la vulnerabilidad del cuerpo desnudo. Buen ejemplo es el N* 17; vestido uno mira su ropa, su corte de cabello, aprecia, critica...... Desnudo uno simplemente le abre los brazos.
ResponderEliminarFabrice,
ResponderEliminarme encanta tu apreciación, y la comparto.
El efecto del cuerpo entero funciona, siempre y cuando que ningún rastro de ropa alguna interfiera, todo, absolutamente todo se muestra y cada parte del cuerpo está completamente expuesta. Lo vulnerable es uno de los aspectos más atrayentes de cualquier hombre.
Curioso: lo contrario, es decir, un hombre semivestido que muestre hasta ese límite donde la imaginación tiene que reconstruir cada lugar deseado, despierta también una atracción imparable. Pero eso lo dejo para otro post.
El cuerpo humano desnudo es bellísimo, hay que cuidarlo bien
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