De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Salut Franco merci pour cette belle variation en bleu, je te souhaite une belle journée avec de gros bisous de la Suisse, Philippe
ResponderEliminarCon el rojo mi color preferido. Lo que el primero aporta de excitante el azul en todos sus tonos, desde el zaul marino, el azul Francia al celeste, trae paz, serenidad. Es el color que imagino para decorar un refugio, un Eden.
ResponderEliminarY beneficio colateral tenemos todos los muchachos, vestidos, desvestidos, portando el azul que nos brinda Franco.
Fabrice
Mercí, cher Philippe!!!
ResponderEliminarBisous bleus
Fabrice,
o sea que... Vellohomo, que desde hace tiempo se decora de tonos azules, vendría a ser como tu refugio, no? bueno, estás en tu casa.
Abrazos!!