Sí, siempre volverán, son ellos, los "letales". No necesariamente bellos, pero temibles. Temes enamorarte de ellos, temes que te hagan sufrir, temes no poder quitártelos de la cabeza, temes no pensar, temes que te miren, temes que no te miren, temes estar pendiente de sus llamados, de cada movimiento que hagan o no hagan, temes serles fiel, temes que te hagan feliz, temes que te hagan infeliz, y temes muchas cosas más porque son lo que son, adorables hombres letales que te harán sentir único, y temerosamente vulnerable.
No queda más que suscribir totalmente al elocuente texto: "un pecho velludo es la perdición de uno, y realiza que es la presa". Presa docil, rendida, ante el embrujo de esos vellos, presa que ansía acariciar, ensortijar, perderse en esas selvas.
ResponderEliminarFabrice
Definitivamente somos las víctimas (que no tenemos inconveniente alguno en volver a caer una y otra vez, presas de tan irresistibles victimarios)
ResponderEliminarPechos velludos de acareciar, tocar y "pelliscar ?" y Tambien oler a nariz abierta todo todo su olor masculine. Ahahahah. Por tonyitalian. Gracias por darnos esas imagenes tan bella…..
ResponderEliminarESTA...PARA ATASCARSE CON TREMENDOS PECHONES PELUDOS!
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