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Empieza el espectáculo
Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Hola!
ResponderEliminarJusticia por propia mano, llama un querido amigo mío a esta manualidad, imperiosa, ineludible, y que casi todos hemos aprendido en temprana edad, perfectos "self made men" en estos menesteres!!
Yo recuerdo que era una descarga del stress de los examenes, cando accionaba casi sin darme cuenta, hasta que me sentía húmedo por la descarga!!!
Un abrazo, pajeros amigos!!!
seba
Benditas las....manos que...mmm!!!
ResponderEliminarMira vos, Seba. Buen método antiestrés. Ahora yo pregunto...los exámenes, los aprobabas?
Besos.-
Eme Ka!!! me extraña tu duda: En toda mi carrera me pusieron una sola bola!!! Ahora pienso si no me habré distendido suficientemente esa vez!!!!
ResponderEliminarY ahora pregunto yo, M K: las manos que bendices, ¿han sido siempre las tuyas? en ese caso debías decir: "Benditas MIS manos...que..!!!
Franco: creo que mañana deberíamos felicitar a nuestras manos como nuestras más fieles y mejores amigas..!!!!