Un lugar en el sol

Edición especial de "Peludos famosos"


Montgomery Clift
(1920 - 1966)


Si de Paul Newman se dijo siempre que fue el dueño de los ojos más bellos de Hollywood, no creo errar para nada si afirmo que Montgomery Clift poseía la mejor “mirada”.

Hijo de un banquero empobrecido tras el crack del ’29, Montgomery Clift, al que todos llamaban Monty, apareció en la escena teatral de Broadway a la edad de 14 años permaneciendo en ella durante una década, momento en el que decide viajar a Hollywood tras una invitación de parte de esta industria para que el actor de Nebraska aceptara participar en algunos de sus filmes. Así filmaría en el ’48, “Red River” (Howard Hawks), cinta en la que Clift interpreta al hijo adoptivo de John Wayne, actor que reconoció de inmediato la calidad del debutante y confirmó las expectativas y confianza que en él había depositado el director. Tras su primera nominación al Oscar como mejor actor por “The search”, y su consagración en la película “The Heiress” (1949), Monty inició la década del ’50 con “The big lift”, título en el que da vida a un sargento que en el comienzo de la guerra fría conocerá en Berlín a una joven que vive de forma miserable debido a la penuria de la posguerra. 


En 1951, Montgomery Clift conoce a Elizabeth Taylor y filman juntos “A place in the sun” de George Stevens, papel por el que obtuvo su segunda nominación a los premios Oscar y demostró su predilección por personajes de vida atormentada y con una profunda vulnerabilidad emocional. La película de Stevens fue ganadora de seis premios Oscar, entre otras distinciones, y es uno de los filmes que preserva el National Film Registry  de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, por ser considerada “cultural, histórica o estéticamente significativa”. Y en esos días felices, Taylor se convertiría en su mejor y más fiel amiga, una química perceptible cuando nos asomamos a sus interpretaciones de George Eastman y Angela  Vickers, una bella aristócrata de la que se enamora perdidamente.

Tan sólo dos años después Clift volvió a triunfar cuando Hitchcock lo convoca para interpretar en “I confess” a un sacerdote que por mantener el secreto de confesión es acusado de asesinato. Ese año fue excelente para Monty, ya que también participó en la oscarizada “From here to eternity” compartiendo cartel con actores de la talla de Burt Lancaster, Frank Sinatra y Deborah Kerr, en ella, nuevamente interpreta a un personaje vulnerable, un soldado al que sus superiores ponen en una dura encrucijada.

La fatalidad llegó a su vida en 1957 al sufrir un terrible accidente automovilístico del que ya no se recuperaría. Su rostro quedó desfigurado, y a pesar de que tras varias operaciones de cirugía estética volvió a trabajar, el alcohol y las drogas dominaron su vida desde entonces. Sin embargo rodó algunas películas de manera excelente, destacándose su trabajo en “Judgment at Nuremberg” (1961), título por el que consiguió su última nominación al Oscar.
Inteligente y sensible, Clift dotó a sus personajes de una singular dimensión psicológica. Luego del accidente, las cicatrices en su rostro perjudicaron sus bellos rasgos, pero esto no hizo más que aportar a su trabajo cinematográfico un pathos adicional.
En 1966, a la edad de 45 años, fue encontrado muerto por un ataque al corazón, pero aún hoy sigue recordándosele como a uno de los grandes de Hollywood.
Hoy, en una edición especial de la sección “Peludos famosos”, Vellohomo quiere rendir un tributo a este controvertido actor, protagonista de filmes siempre recordados, de vida atormentada transitada con amoríos tanto con mujeres como con hombres, con un clip habitado por varias de sus imágenes más bellas.










Pues sí, es lógico que hoy nos ocupemos de él, porque Monty fue uno de los actores más velludos del cine, tal como lo acreditan algunas de las fotografías que usé para homenajearlo. Obviamente, en algunas de sus escenas (fueron pocas) donde mostró su torso desnudo o muy poco cubierto, la rasuradora hollywoodense que imponía su ley acorde a los usos y costumbres del correcto decoro cinematográfico, nos privó del deleite supremo de disfrutar sus pelos, como con tantas otras personalidades de infarto.

Lo cierto es que, más allá de la indiscutida belleza viril y cautivante de Monty, se puede sentir en este actor un aura fascinante emanada de su especial idiosincrasia. Despierta ganas de protegerlo, y a la vez de ser su protegido (la primera película que vi de él fue “The Search”, de 1948, era un niño aún, y me vi reflejado en el pequeño de la historia, el protegido de aquel soldado adorable que encarnaba Monty), así como querer descubrir su contenida violencia tal vez, o su infinita y controvertida ternura.
Varias veces me emocioné haciendo este post. Vinieron recuerdos de infancia -como los que mencioné- y emociones varias producidas por la música y las escenas.  Pero sobre todo busqué sumergirme en aquellos venturosos años donde Monty fue feliz, porque, evidentemente ese “lugar en el sol”, debió ser breve, pero muy dichoso. Espero entonces que un poco del calor de ese sol, haya llegado hasta aquí.
Franz Waxman (1906-1967) aportó la partitura para este homenaje. Singular compositor y creador de la música de inolvidables películas como: Sunset Boulevard, The Silver Chalice, Rebecca, The nun’s story, o Suspicion, entre otras, también compuso la banda sonora de “A place in the sun”. El beso entre Liz y Monty, uno de los “históricos” del cine y que, curiosamente, queda vedado a los ojos del espectador, en el film cobra una intensidad mágica por el magnífico sostén de esa melodía inolvidable.


Señores: Monty, hoy en Vellohomo.
(subir el volumen o usar auriculares)





Comentarios


  1. Lastima no conseguir una foto en colores donde se vea todo el pecho con todos los pelos bien puestos

    ResponderEliminar
  2. Un homenaje a Monty es incompleto sino se mencionan a tres personas que hicieron lo imposible para ayudarlo en su infortunada vida.
    Elizabeth Taylor, quien lo amó y practicamente le salvó la vida en el accidente, al socorrerlo cuando se estaba ahogando en su sangre.
    Marlon Brando que para muchos fue el gran amor de su vida, cosa que efectivamente tuvo un desenlace sexual por un corto tiempo. Quedó luego, una de las más grandes amistades en la historia de aquellos años. Cuando Monty viajaba a Londres donde tenía sus aventuras, el único que conocía su paradero era Marlon. Esta documentado que por lo menos en dos oportundades, Brando viajó a Londres dejando trabajo y familia para ayudar a Monty que solía ser victima del alcohol,las drogas y el aprovechamiento inescrupuloso de ocasionales aventuras.
    Finalmente Lorenzo James su secretario,enfermero y amante de los últimos años y quien lo encontrara muerto.Nunca se supo que sucedió realmente con él, luego de la muerte de Monty.
    Si bien Montgomery Clift fue un hombre muy torturado supo despertar en estas tres personas, enormes sentimientos de intimidad.
    Se creó una leyenda malsana alrededor de su soledad.Lo cierto es que se puede decir de él que amó, fue amado y finalmente descansó en paz.
    No hay que creer tanto los mitos que genera Hollywood.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Franco, yo soy uno màs de los miles, tal vez millones, que se han enamorado de esa mirada,tal vez LA MIIRADA masculina del cine, la de monty y tambièn me pasò siendo un niño..Si uno pudiera descrifrar el porqué del amor serìa màs feliz? No lo sè, pero si puedo decir que esa luz en sus ojos es eternamente bella y cautivante. Esa fragilidad que pide abrazos, ese varòn que no deja de decirnos, sin una palabra, que es un eterno niño desamparado,asì como Marilin es la eterna niña abandonada...no deja de producirme un nudo en el estòmago , como el que tengo al escribir esto.
    Sin duda remueve en mi mis propias fragilidades, esas que no se ven , o que los demàs prefieren no ver...quien quiere cargar con las orfandades emocionales ajenas?Muy pocas personas...por eso me identifico y siento que soy un niño màs en ese enorme orfanato de almas que juegan en una plaza abandonada.
    He leido algunas cosas sobre Monty , algunas de las cuales menciona el amigo anònimo que nos precede y parte de lo que leì coincide exacto con el que el nos ha narrado,otras cosas no tanto, yo puedo agregar que no se si Marlon y Monty tuvieron sexo, pero lei que Monty le pedìa a Marlon dormir abrazado junto a el y Marlon se lo concedìa..como un niño que busca refugio y tal como dice el amigo visitante, Monty se iva a Londres y sufria robos y abusos y Marlon iva a buscarlo, unA vez debiÒ quedarse como una semana junto a el, encerrados en un hotel, para que la prensa no viera su calamitoso estado...una pena ver a este artista tan inmenso morir tan joven y solo.Dicen que Marlon odiaba A Lorenzo James, porque era un aprovechador que no quizo en nada a Monty , que solo lo uso...seran verdades? no lo sè, solo se que ver una foto suya o un film no deja de enamnorarme como la primera vez que lo vi por tv y en blanco y negro en Mi secreto me condena, para colmo esa fragilidad vestida de sotana ...lo hace como un angel torturado.
    Hermosos sus pelotes. hermosa su mirada. hermoso El...no habrà otro igual...ojala algùn dia coincidamos en alguna plaza y pueda reir junto a Él Elizabeth , Marlon , Marilin ,Audrey Y MUCHOS MAS.

    ResponderEliminar
  4. Hola, amigos:
    IMPECABLE el video de hoy, Franco!!!
    Imposible olvidar este actor, que intervino en tantas recordadas pelis!!! y con una vida que no fué precisamente la que uno piensa de una estrella de Hollywood. Creo que de él se dijo que fué el "suicidio más largo de Hollywood" comenzado luego del accidente que desfiguró su rostro. Lo cierto es que allí inició una historia de droga y alcohol.
    Un serio competidos en sus últimos años, y de quíén se pensó que sería su sucesor, con características similares en cuanto a personalidad, fué Anthony Perkins (Psicosis), pero este, menos conflictuado, más deshinibido, fué diluyendose en malas películas y finalmente vivió de su éxito en Psicosis, filmando Psicosis II, III etc.

    http://montgomery-clift.blogspot.com.ar/

    Aquí tienen un blog sobre Monty.
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  5. Es curioso como, siendo como fue tan absoluta e incontestablemente hermoso, esa belleza no le diese seguridad alguna; todo lo contrario: desde su hirsutismo a su homosexualidad, un completo abanico de complejos, traumas y autofobias le acompañó de por vida.

    Y no se, o lo tengo muy idealizado, o estoy muy influido por su leyenda pero su mirada, fabulosa hasta decir ¡basta!, siempre, pero es que siempre, me parece triste.
    Muy triste.
    Y, por ello, Letal.
    Muy Letal.

    Hermoso clip para un hermoso hombre. Felicidades, Franco.

    ResponderEliminar
  6. Vaya a saber porqué razón siempre sentí como que lo hubiese conocido, siento un cariño como al de un amigo muy querido. Las fotos en blanco y negro lo hacen más "clásico" como una columna griega, el día del accidente Monty no tenía gans de ir a la reunión, Liz le pidió que fuera, es cierto que lo salvó de morir, pero creo (y puedo estar equivocado) que Liz hizo todo en su vida pensando en ella. Muchas gracias Franco, excelente selección de fotos (como siempre)
    Por siempre Monty!!!
    Saludos
    Julio

    ResponderEliminar
  7. Vaya a saber porqué razón siempre sentí como que lo hubiese conocido, siento un cariño como al de un amigo muy querido. Las fotos en blanco y negro lo hacen más "clásico" como una columna griega, el día del accidente Monty no tenía gans de ir a la reunión, Liz le pidió que fuera, es cierto que lo salvó de morir, pero creo (y puedo estar equivocado) que Liz hizo todo en su vida pensando en ella. Muchas gracias Franco, excelente selección de fotos (como siempre)
    Por siempre Monty!!!
    Saludos
    Julio

    ResponderEliminar
  8. Saludos a todos,

    Me asombra el hecho de que a muchos nos sorprenda que una persona que pueda ser considerada hermosa según algunos arquetipos, pueda ser infeliz. Como si pareciera que la belleza, en este caso la mirada, fuera un boleto directo a un estado de felicidad.

    Y hemos visto o comentado en este blog, muchos ejemplos de que eso no es así, o no hay una regla que así lo determine.

    A mi manera de ver las cosas, la belleza hay que reconocerla, admirarla y disfrutarla donde se encuentre: en un atardecer, en un plenilunio, en la mirada de un niño, en el estallido de la primavera, en las obras humanas, en tantas cosas simples que nos rodean y por supuesto en el ser humano, en sus palabra, en su obra. Así es que me gustan las expresiones que se dan en este blog.

    La belleza se contempla y cuando te quedas arrobado por tal magnificencia, das gracias a la vida que te permite gozarla a través de los sentidos. Esto es, contemplarla, tocarla, oírla, degustarla, u olerla. Pero por encima de esa belleza de los sentidos, y en algo concuerdo con Platón, está la belleza de la inteligencia.

    Entonces la belleza no da la felicidad, ni hace necesariamente feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla. Creo que nuestra formación, nos deforma ese sentido de belleza y le da un cierto sentimiento de culpa que no permite aceptarla del todo en el que la tiene o disfrutarla en quien la contempla.

    ¿Es feliz un bello atardecer? No, sólo es bello pero al contemplarlo y compartirlo con alguien, me hace feliz.

    ¿Pero qué es ser feliz? ¿Es sólo el deseo de autorrealizarse y alcanzar nuestras metas? ¿Es el ser autosuficiente y valerse por sí mismo? ¿o es sólo el deseo del placer mental y físico? Cuantas historias no hemos leído sobre toda una vida tratando de conseguir esos deseos y sin embargo no llegamos a ser felices. Sí, así hemos crecido pues así hemos sido programados. Y cuando estas formas de realizarse no funcionan y tampoco la belleza ayuda, es entonces que falta algo para explicar esa carencia.

    No conocía al Sr. Monty, y lo poco que se de él lo he leído en este blog, pero por lo que se puede intuir al parecer no era suficiente la calidad de los amigos que tenía (dando por sentado que Taylor y Brando eran magníficos amigos suyos) y le hacía falta creerse a sí mismo feliz. Sí tenía una bella mirada que se disfruta cuando uno la ve, lástima que no fuera una mirada feliz, alegre quizás en algunas ocasiones, pero quizás no feliz.

    Hace tiempo que comulgo con la idea oriental de que la felicidad es producto de un estado de armonía interna, que perdura en el tiempo y que no es un estado de ánimo pasajero.

    La felicidad es y creo que no se llega a ella después de haber logrado la autorrealización, la autosuficiencia o el hedonismo, sino en aceptar que uno tiene el derecho a esa felicidad y a disfrutar la belleza que lo rodea.

    Reciban un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. Hola de nuevo,

    Tenía ganas de hace un buen tiempo atrás de comentar este video, pero creo que ahora viene ad hoc para rematar mi comentario anterior sobre la belleza y la felicidad y que la belleza de la música aún arrancada con notas de la basura, puede permitir expresarse a unos chicos que pareciera a ojos de otros no tener nada.


    Escuchen esta nota y algunas notas donde es increible que aún de la basura se pueda oir tanta belleza...maravilloso de verdad

    Felicidades al autor de tan noble iniciativa.

    Belleza y felicidad rescatada de la basura

    Abrazos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Hora de compartir una birra con un heterosexual

Miscelánea gráfica #120