De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Franco, qué bella galería de un frecuentemente soslayado atributo masculino, los pezones. El varón que orgullosamente los ostenta redobla su natural masculinidad y los reclama como anatomía erótica plena de su cuerpo. Gracias por ponerla y saludo a los amigos de Ohio.
ResponderEliminarCelestino,
ResponderEliminarTu lo has dicho. ¿Gracias por ponerla?, no, no, vos sabés que "ponerla" siempre me da mucho placer y no tenés que agradecer nada.
Así que Tettoncini???, sos de los Tettoncini del Friuli? de los de Montevideo? o de los de Av. Pueyrredón?????
Un saludo muy cariñoso (sobre todo en la de la izquierda)
Pezones de hombre... timbres que se tocan, campanas que se hacen repicar para abrir las puertas de lo inimaginable que pueda suceder... También nuestro sexo da alimento a través de ellos; nutren y sacian el morbo y el apetito más hambriento que uno pueda tener por otro... y si antes de llegar a ellos nos deleitamos con el sublime aperitivo de un pecho poblado y perfumado... ¡tenemos el complement ideal para abrir boca!
ResponderEliminarUn abrazo para ese destinatario afortunado allá en Ohio que seguramente se extasió con semejante cargamento... ¡Felicidades!