El cuentito de fin de mes
- La casa abandonada - C omo todas, aquella tarde también pasaba lenta en la isla. Todos disfrutábamos del día soleado. Muchos años han pasado pero recuerdo todo nítidamente. Recuerdo que éramos cinco familias en la casa de fin de semana de nuestro amigo Antonio. Todos amigos, algunos nuevos, otros de años. La sobremesa ya era una dilación insoportable, entre los gritos de los niños, los cuentos de oficina y los temas más femeninos que intercambiaban las mujeres. Hacía rato que Ismael se había alejado por el parque. Lo vi abandonarse bajo un tilo y acomodarse boca arriba con un vaso de vino, adaptando su espalda a una estratégica raíz. Se había abierto la camisa de par en par, tal vez para ser acariciado por la brisa calurosa de la apacible tarde. Lo había conocido allí, era un amigo más de Antonio. Habíamos intercambiado más miradas que palabras cuando tuvo lugar el rito de las charlas entre hombres, rodeando el asador. También estaba Nicolás, y Thomas "el alemán...